Francisco Badía Yébenes, conocido por todos como Paco Badía, ha fallecido en este inicio de 2024 y esta tarde a las 19.45 horas está previsto celebrar un sepelio en su honor. Badía es una de las voces más reconocidas del inicio de la televisión local en la capital, como crítico de cine en la capital, y también ha sido reconocido por su aporte al asociacionismo en la ciudad. En 2017 fue declarado Ciudadano Ejemplar por el Ayuntamiento de Ciudad Real.
Nació en Ciudad Real en 1940. Cursó sus primeros estudios en los Marianistas, donde ya se hizo púbica su pasión por el cine, gestando el pionero cine club de nuestra provincia, Alarcos. Al tiempo que cursaba estudios de Matemáticas y Arquitectura en la Universidad Complutense realizó algunas actividades en el cine club de la universidad. Pronto comprendió que su verdadera vocación era el cine.
Se licenció en Dirección en la legendaria Escuela Oficial de Cine y en 1961 se incorporó a la Samuel Bronston Productions, interviniendo en rodajes míticos como El Cid, La Caída del Imperio Romano o 55 días en Pekín, película que llevó a La Puerta de Toledo de Ciudad Real convencido de que podía ofrecer buenos exteriores. La quiebra de esta empresa le situó en la plantilla de comentaristas de la revista CineStudio, junto a figuras como José Luis Garci.
Su retorno a Ciudad Real se produce a finales de los 60, participando en la puesta en marcha del Juman Club, un espacio moderno, culto y activo donde los jóvenes ciudadrealeños tuvieron la oportunidad de formarse cultural y socialmente. Gracias a él fueron posibles las primeras Jornadas de Orientación Cinematográfica, las Selecciones Cinematográficas del Cine Castillo, pioneras en la exhibición en la capital de películas en versión original. Además, ha desarrollado durante varios veranos sesiones en el Patio del Museo López Villaseñor y profesionalmente ha escrito y dirigido el cortometraje Los Toros y Los Medios De Comunicación y el mediometraje Jesucristo en el Cine.
Con su pasión por el cine, Paco fue tejiendo en la ciudad formación en buen cine, influyendo en la educación en interpretación de distintas generaciones. Esto le convierte en el crítico de cine por excelencia en todos los medios de comunicación de Ciudad Real.
Su singular estampa con ese tono y ritmo de voz tan peculiar, su carácter tan personal y su característico andar con su inseparable bastón nos ha acompañado durante décadas quedando asociada de modo indefectible al cine.
Badía ha recibido homenajes tanto por los socios fundadores del Juman Club como por la ONG Solman, a pesar de que durante su larga trayectoria no ha recibido los honores merecidos. Paco Badía ha dejado su huella en Ciudad Real. Su nombre propio está claramente relacionado con el cine y la ciudad no sería lo mismo sin su hacer.