La Banda Municipal de Música ofrecerá este sábado por la tarde (18.30 horas) su concierto de Santa Cecilia en el pabellón ferial. Una ubicación diferente que permite un escenario mayor y más aforo. Esas son las razones que han motivado el cambio. "En el Teatro Ayala, la banda no podía hacer la obra final, necesitábamos más espacio", como explicaba este jueves en Radio Daimiel, Pedro Francisco Sánchez-Valdepeñas, director de la banda. Además, en el Pabellón Ferial se ganan butacas y nadie que quiera ver el concierto se queda fuera, añadía.
Como es costumbre, el repertorio seleccionado para Santa Cecilia sube el listón con respecto a otras citas de la banda. Una autoexigencia que busca sacar lo mejor de su casi centenar de componentes y que, como aseguraba Sánchez-Valdepeñas, se va a poner a prueba con "quizá la obra más relevante que hemos tocado desde que yo soy director".
Así presenta Libertadores de Oscar Navarro, compuesta en 2010 para un concurso internacional de bandas y que después se ha utilizado en otros eventos como pieza obligada. Una obra que "saca todo de una banda, una autentica pasada", como la calificaba el director. "Teníamos muchas ganas de hacerla desde hace tiempo y hemos dicho ahora o nunca. Es un cierre muy potente. El público la disfruta y los músicos también, aunque sea muy, muy exigente para ellos", remarcaba.
El repertorio se abrirá con el pasodoble Amigos da branca de Teo Aparicio, continuará con El tambor de granaderos de Ruperto Chapi y después llegará Diagram for symphonic band de André Waignein. La cuarta pieza del programa es The Witch and the Saint (La bruja y la santa) de Steven Reinike, que ya sonó en la Plaza de Toros durante los conciertos de verano, pero que querían repetir para contar la historia que inspiró la composición. "La de dos hermanas gemelas separadas al nacer y que comparten un don, aunque lo desarrollan por caminos diferentes", apuntaba.
La entrada al concierto será gratuita, pero la banda quiere que aprovechar el evento para colaborar con la Unión Musical de Paiporta, amigos de la formación daimieleña, como desvelaba Sánchez-Valdepeñas, y que "lo han perdido todo, y cuando digo todo es hasta el local de ensayo". Por ello, en el acceso al Pabellón Ferial se colocará una urna solidaria para que el público deje su donativo.
"Van a tener que empezar de cero. Cuando estuve allí, me contaban que todo lo tenían financiado, desde las instalaciones donde formaban a los componentes de la banda hasta la escuela de música. Y eso, se ha ido al garete",
De ahí que la banda pida este empujón económico y anímico para que "sepan que estamos con ellos".