Estos meses se empiezan a conocer los primeros resultados de las medidas de concienciación y de ahorro energético que se plantearon en agosto, cuando el precio de la luz tocaba techo y era uno de los principales temas de debate. El 1 de agosto entró en vigor el Real Decreto-ley 14/2022, en el que marcó que la temperatura del aire acondicionado no podría bajar de 27 grados en verano y la calefacción, de los 19 grados en invierno. Se trata de una propuesta que, al menos en Ciudad Real, ha tenido efecto, aunque desde ATA señalan que ha sido a costa de buscar alternativas, tratando de que la factura no asfixie al comercio.
De julio a septiembre, según cifras recopiladas de la plataforma de datos del consumo eléctrico, se han empleado 668.616 megavatios por hora, cuando en 2021 hubo un consumo de 848.358. El dato es similar al de 2020, el verano tras el confinamiento, con negocios e industria arrancando tras el parón. La clave de la caída en el consumo se encuentra en el sector servicios, que en los tres últimos meses no ha llegado a los 100.000 megavatios de consumo, cuando en los dos veranos anteriores superaba los 125.000.
«Aquí se han puesto todas las medidas», explicó el presidente de los autónomos de la provincia, Miguel Ángel Rivero, salvo el cambio de puertas a las automáticas porque para hacerlo hay que tener liquidez y la situación es complicada. Lo que se plantea es «utilizar lo menos posible el aire acondicionado» y, para ello, se han buscado medios alternativos como «los ventiladores de techo» o de pie y vigilar que la puerta esté cerrada, tratando de lograr la subsistencia del negocio, porque «la factura de la luz puede llevarse por delante el trabajo hecho por un autónomo durante 10 o 20 años».
La rebaja en el área de servicios es difícil hacerla por otra vía que no sea bajando el consumo. Las fuentes alternativas, colocando placas, son más difíciles que en residencias e industrias. «Un comercio a pie de calle no tiene esa posibilidad». Por este motivo se plantean otros sistemas para el ahorro como la aerotermia, Inverter o ventiladores. «Venimos de una crisis de 2008, y algunos no habíamos terminado de salir, y cuando se ha podido vender, el comercio se ha resentido por la materia prima que no tenía, y ahora, que sí se puede vender, los precios se han ido por las nubes y el cliente está reticente». Como muestra, la reciente celebración del Black Friday, donde el comercio habla de una bajada de compras en la provincia.