La política de promoción económica de la provincia y las estrategias marcadas hasta hora en materia de captación no han facilitado la localización e instalación de nuevas empresas en Ciudad Real. Toda la política económica emanada desde la Diputación Provincial de los últimos años ha estado basada en la gestión diaria de proyectos locales en los municipios, de carácter cultural, social y turísticos, de alto contenido político para mantener un poder, pero sin relevancia económica para una provincia que se desangra poblacionalmente. La Cámara de Comercio, igualmente, especializada en cursos de formación de tercer nivel ha dejado de lado su mejor activo internacional, el aeropuerto, y parece ajena a unas infraestructuras siempre en expectativa de construcción y a medio hacer que lastran el futuro de una provincia que cuenta con potencialidades suficientes, más allá de la Universidad y el AVE, para atraer, crear y/o transformar empresas. En estos términos me expresaba dentro de esta misma columna de opinión el 14 de marzo de 2022 titulada: 'Envidia sana. Nuevamente Toledo'.
La Diputación Provincial acaba de poner en funcionamiento un programa de trabajo de cinco RETOS para impulsar el desarrollo económico de la provincia y evitar la despoblación: comarcas, relevo generacional, exportaciones, internacionalización y turismo. Cinco retos y un presupuesto de 1,5 millones de euros para trabajos de desarrollo y ayudas que, a priori, a la Cámara de Comercio le deben de durar escasamente un semestre.
En el actual presidente de la Diputación Provincial se da la doble condición de presidente y alcalde de Bolaños de Calatrava, un alcalde experimentado de una localidad donde los números y las estadísticas son distintas al resto de municipios. Bolaños de Calatrava tiene la menor tasa porcentual de paro con el mayor número de inmigrantes. Miguel Ángel Valverde es alcalde en las últimas cuatro legislaturas desde el año 2011 y ya ha pasado a engrosar la lista de los más longevos de la provincia. Por experiencia política y conocimiento de su localidad, durante estos últimos 14 años, sabe perfectamente qué debe hacerse para luchar con la despoblación. Su municipio, si no fuese distinto al resto, es precisamente uno de esos pueblos de la provincia que se irían despoblando porque el número de nacidos en Bolaños es muy inferior a las defunciones. El crecimiento poblacional de Bolaños, sostenido en el tiempo, es por su capacidad de emprendimiento y por la inmigración.
Los RETOS de la provincia van mucho más allá de lo que se marcan en este programa de colaboración con la Cámara. Están más lejos de lo que parece y por ello requieren de decisiones y programas sostenidos en el tiempo que permitan revertir las actuales tendencias de población de una provincia que ha perdido en los últimos doce años 39.000 habitantes. Incluso de que entren en juego más actores económicos que la propia Cámara de Comercio.
Quizás fuese interesante en esta renovada etapa de Diputación y Cámara de Comercio pensar en una plataforma económica de empresarios y profesionales que aglutine y alinee los intereses de la provincia, que defina las prioridades en la captación de empresas y se presente frente a la Junta de Comunidades en la defensa de los intereses provinciales. Una plataforma que pueda debatir libremente sobre las necesidades de la provincia y que este fuera de los circuitos habituales de la política de los partidos. La fórmula clásica de los convenios Diputación – Cámara, Diputación - Organizaciones empresariales y/o Junta – Sindicatos están habitualmente planteadas para la ayuda a la financiación de la organización y no sirven para aflorar las verdaderas necesidades de la provincia de Ciudad Real y especialmente no sirven para plantear la crudeza y la realidad de las oportunidades perdidas.
En esta provincia se tiene una cierta envidia sana de Toledo y Guadalajara, incluso de Cuenca, por los resultados de creación de empresas. Porque no nos engañemos, ni nos háganos trampas, la única solución para evitar la despoblación es la creación de empresas y empleo. La natalidad de empresas en las otras provincias de la región, excepto Albacete, supera en mucho a Ciudad Real contando, incluso, con menos infraestructuras. Es cierto que la cercanía con Madrid es un polo de atracción en los corredores del Henares y el de Toledo. Pero, es igualmente cierto que, muchas empresas atraídas por la región e instaladas en otras provincias tendrían las mismas posibilidades de resultados y aun mejores sinergias instaladas en Ciudad Real. Algo debe de estar sucediendo para que la provincia no salga de las expectativas frustradas, año tras año, de revivir un Puertollano industrial a base de subvenciones públicas.