Lili es el último caso de abandono animal de Ciudad Real capital. Una pequeña perra, de cuatro meses, que alguien lanzó desde un coche, en la avenida de Calvo Sotelo de la capital, atada en varios trozos de tela y que fue recogida por una de las voluntarias de la asociación ASPA Galeca de Miguelturra.  

Una de las voluntarias de la organización vio a primeros de diciembre como un coche que iba a bastante velocidad lanzó algo por una de las ventanas del vehículo, explicó Patricia Lomas, presidenta de la asociación. Pararon el vehículo y descubrieron que lo que habían lanzado era una perra, "un bebé, de unos pocos meses", que habían atado a conciencia. "Todo formaba parte de un plan, que no entendemos", indicó Lomas, sin comprender lo que pretendían con esta acción. "No sabemos si querían que la perra no corriera y no la pudieran atropellar o echarla fuera de la calzada o qué pretendían", señaló la integrante de la organización, recordando que cuando se abandona un animal siempre corre detrás del vehículo, y quizás fuera esto lo que querían. 

Más allá del golpe, el animal no tiene ningún tipo de problemas, tras realizarle pruebas desde la entidad, quienes apuntaron que "tiene varias quemaduras en el hocico", por el roce con el asfalto, un ojo y una pata. 

La pequeña Lili ya tiene quien le cuide

MUSAKA
Tras las pruebas llegó a una de las casas de acogida de la entidad, donde conoció a la que se ha hecho su amiga inseparable, Musaka, una gatita que también estaba en acogida. Han sido compañeras hasta el punto de que uno de los requisitos para su adopción era que ambas se fueran juntas a su nuevo hogar. 

La asociación, hasta llegar a la persona que se ocupará de ella, ha recibido cientos de mensajes, "mil solicitudes", indica Lomas, y ha servido para dar a conocer aún más en el mundo del cuidado de los animales, por lo que recuerdan que cuentan con "más animales esperando la misma oportunidad". En este sentido recuerdan la importancia de fijarse en otros animales que tienen, de gran tamaño, y que también necesitan una familia, para evitar que se pasen toda su vida en las instalaciones de la organización.