La victoria era estar, y el BM Caserío ha estado en la fiesta del balonmano español, en un Olivo Arena teñido de amarillo con casi un millar de aficionados ciudadrealeños alegrando su graderío. Todos ellos fueron testigos del amplio triunfo del CD Bidasoa de Irún (43-28) en el segundo cuarto de final de esta F8, pero ninguno lo tradujo en decepción, ni nada parecido. Todo lo contrario. Esta Copa del Rey no era el pastel, era 'solo' la guinda a una espectacular temporada del conjunto de Ciudad Real, que luchaba hasta el final por el ascenso de categoría y que, además, le daba tres jugosos bocados a la tarta copera, eliminando a tres Asobal y 'colándose' en la gran cita de este fin de semana en Jaén.
Por ello, la derrota, dura, ante los guipuzcoanos, resultó indolora, y no borró la sonrisa ni la expresión de felicidad de los rostros de los ciudadrealeños, ni evitó que sus palmas y sus gargantas sonaran con fuerza en el coliseo jienense. Fin de trayecto y momento para sentirse muy orgullosos y mirar con mucho optimismo a la próxima temporada, paladeando aún lo vivido en ésta.
No es casualidad que el actual subcampeón de la Liga Asobal supere con autoridad a un rival de inferior categoría, que además acudía a esta F8 con el golpe anímico negativo de ver frustradas sus aspiraciones de ascenso en la fase de Burgos. Y esto es lo que sucedió, ya en la primera mitad, en la que la eliminatoria quedaba más que vista para sentencia. El potencial de los jugadores irundarras, tanto los teóricos titulares como las rotaciones que utilizó Jacobo Cuétara, fue un martillo que fue golpeando poco a poco, minuto a minuto, la resistencia de un Caserío que, además, se acercó en estos primeros 30 minutos de juego a la decena de pérdidas de balón, desaprovechando además tres lanzamientos de siete metros, detenidos todos por un inspirado Mehdi. Sólo la conexión en el pivote con José Andrés Torres y la calidad de Santi Canepa inquietaron a un Bidasoa que dominó el partido de principio a fin, desde el 6-2 al séptimo minuto hasta el final.
Óscar Ruiz intenta frustrar un ataque rival. - Foto: J. L. Recio (RFEBM)El tiempo muerto de Santi Urdiales, o la orden de atacar siete contra seis, tampoco solucionaban mucho en un primer acto en el que los irundarras se mostraron muy superiores, pese a la descalificación directa sufrida por su jugador polaco Sladkowski por una peligrosa acción defensiva sobre Torres. Pese a esto, resultó ser un partido de guante blanco y muy cómodo de arbitrar para los colegiados.
En la segunda parte, Santi Urdiales fue fiel a sus planteamientos iniciales y repartió minutos entre todos sus jugadores. Santi Giovagnola sustituía a Óscar Ruiz entre los tres palos, y a este lo sucedía el joven Fernando Romero, que además se daba el gusto de, nada más salir a pista, detener un penalti y su posterior rechace al bidasotarra Gorka Nieto.
Aunque Urdiales pedía a los suyos más dureza en defensa, el duelo ya no abandonaría un guion en el que el Bidasoa, con mayor potencial físico, seguía castigando a un Caserío que se limitaba, y no era poco, a disfrutar de estos minutos en una fase final copera como si fuera un auténtico regalo. Hacía trece años (desde Vigo 2011) que el balonmano de Ciudad Real no pisaba una F8 de la Copa del Rey.
Tiempo muerto del BM Caserío. - Foto: J. L. Recio (RFEBM)A tres minutos del final Santiago Urdiales solicitaba un tiempo muerto solo para que sus jugadores se giraran hacia donde estaba ubicada su afición y la aplaudieran, en señal de agradecimiento por el apoyo prestado, hoy y durante toda la temporada. Un bonito gesto que cerraba un partido que deja al CD Bidasoa en semifinales de la Copa del Rey y al BM Caserío dispuesto a disfrutar de unas merecidas y trabajadas vacaciones, mirando de reojo ya al ilusionante -por muchos motivos- 2024-2025.
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FICHA TÉCNICA:
Aficionados del BM Caserío en las gradas del Quijote Arena. - Foto: D. M.CD BIDASOA. Harbaqui Mehdi (13 paradas), Jakub Jacek (3 paradas); Iñaki Cavero (5), Marko Jevtic (1), Mikel Zabala (1), Eneko Furundarena, Esteban Salinas (6), , Rodrigo Salinas (1), Julen Mugica (5), Asier Iribar (8), Matheus da Silva, Gorka Nieto (5), Dariel García (4), Pedro Pacheco (4), Asier Nieto (3) y Jakub Sladkowski.
BM CASERÍO CIUDAD REAL. Óscar Ruiz (4 paradas), Santi Giovagnola (3 paradas), Fernando Romero (5 paradas); Pablo Campanario (4), Martín Santano (1), Nico Ayúcar, Juan Manuel Lumbreras (1), Augusto Moreno de la Santa, Patricio Orlandi (1), Paco Ruiz (2), Rodrigo Martín-Pozuelo (1), Santi Canepa (5), Ángel Pérez de Inestrosa, José Palacios (4), Adrián Sánchez (2) y José Andrés Torres (7).
ÁRBITROS. Florenza Virgili y Ausas Busquest. Excluyeron a Asier Nieto, Esteban Salinas, Asier Iribar; Palacios (2) y Lumbreras. Descalificación directa para Sladkowski (19').
Aficionados del Caserío en las gradas del Olivo Arena. - Foto: D. M.PARCIALES. 3-1, 7-4, 10-6, 13-8, 17-9, 23-13 (descanso); 25-15, 29-18, 34-21, 38-24, 40-26 y 43-28.
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INCIDENCIAS. Segundo partido de la ronda de cuartos de final de la XLIX Copa del Rey, cuya fase final se celebra en el Olivo Arena de Jaén, con un millar de aficionados de Ciudad Real en las gradas. José Andrés Torres fue elegido mejor jugador del partido.