La provincia de Ciudad Real cumplió en 2023 una década superando el 80% de participación en el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama. Una cifra clave, porque se entiende que la efectividad de esta iniciativa se alcanza cuando participa al menos el 70% de mujeres llamadas a realizarse la mamografía. De hecho, salvo 2013, 2014 y 2016, las ciudadrealeñas han acudido en masa a este programa, superando el 90% de participación, según los datos aportados por la Consejería de Sanidad, referente al último año.
Solo tomando las cifras de ese último año se muestra la importancia del programa, con 35.484 mujeres examinadas, de 38.423 que se citaron. De todas ellas hubo 278 que tras realizarle la prueba se pensó que podrían tener una patología mamaria, apenas el 0,78%, que fueron derivadas a un hospital a realizar nuevas pruebas. De ellas, 129 realmente tenían cáncer, el 0,36%, y, por lo tanto, probablemente este programa de detección les salvará la vida.
El programa es bianual, por lo que dentro de dos años volverán a ser llamadas parte de estas mujeres y así desde los 45 hasta los 70 años de edad. Esto hace que cada año, sea llamada aproximadamente la mitad de las mujeres de la provincia. En 2023 acudieron mujeres de 30 zonas de salud y salvo en dos se superó el 90% de participación, Donde menos mujeres acudieron fue en Manzanares, con un 89,2 por ciento de participación y Tomelloso, con un 87,9. Membrilla es donde más con un 96,4 por ciento de participación.
Este 2024 están llamadas 34.411 mujeres a participar en el programa y hasta junio se ha citado a 23.140 de ellas, de las que han acudido 20.250 a realizarse una mamografía, supone una participación del 87,5 por ciento que podría incrementarse en próximos años.
Humanizar y reducir la edad de la mamografía
Este sábado Amuma celebra su 'tarde rosa', a las 18 horas, en la plaza Mayor de Ciudad Real y lo hace con un acto reivindicativo en el que pedirá reducir la edad de la primera mamografía del programa detección precoz, al menos hasta los 40 años, «porque cada vez son más jóvenes las chicas, las mujeres que vienen», indica la presidenta, Sonia Marchán, y que la humanización, el gran cambio que se quiere hacer con la sanidad, comience con los pacientes oncológicos.
Así será su manifiesto, explica la presidenta de Amuma, quien recuerda que un paciente oncológico es «un paciente crónico», estará años en el sistema durante su curación, pero también después. En su caso, tuvo un cáncer óseo a los 17 años, sarcoma de Ewing, y 23 años después le llegó el de mama. Por este motivo, recuerda su caso en el que estará, al menos, una década con tratamiento hormonal. Todos esos tratamientos, los arrastras y «te conviertes en un paciente crónico», indica para reivindicar la humanización «en todas las fases de la enfermedad, no solamente en el momento del diagnóstico», sino también en «las secuelas». «Es muy importante la atención a los largos supervivientes», reivindica ella, que lleva casi tres décadas luchando contra el cáncer
A estas dos peticiones tradicionales, Amuma suma este año la petición de que haya «equipos multidisciplinares» que atienden el cáncer de mama. Por ejemplo, recuerdan aspectos como la reconstrucción mamaria, a la que deberían tener acceso todas aquellas mujeres que lo deseen, que «sea una opción explicada y con información suficiente» y que «sea llevada por equipos expertos». Igualmente, señalan el linfedema, una de las secuelas claves de estos tumores.
También solicitan acceso a los ensayos clínicos, con nuevas terapias y medicamentos eficientes. Como ejemplo señalan que hay tratamientos aprobados en Europa y que llegan a Ciudad Real entre 19 meses y tres años después, lo que lleva a que haya pacientes con cáncer metastásico que están sufragando de su bolsillo estos nuevos fármacos.
Amuma también reivindica una investigación pública y que tenga incidencia en el cáncer de mama metastásico.