«Un buen estudio del monte y nuestra experiencia puede hacer que el gasto en la campaña de incendios sea menor»

Manuela Lillo
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Luis Fidel Mondéjar • Vocal de la Asociación de Agentes Medioambientales

¿Cuál es la situación del colectivo de agentes medio ambientales en la provincia de Ciudad Real?

Actualmente somos 90 agentes medioambientales y estamos distribuidos por comarcas en la provincia de Ciudad Real. Aunque parezca que el número es bastante elevado, existen comarcas donde la situación es crítica. Por ejemplo, en la de Cabañeros, con cinco agentes, o la de Piedrabuena y Almadén, con seis agentes.

¿Hace falta entonces reforzar la plantilla?

Desde la asociación se está pidiendo que la bolsa de interinos se mueva, que haya más personal, y que también se oferten nuevas plazas de agentes medioambientales en las convocatorias de empleo público. Además, ahora hay un contencioso-administrativo por los 22 agentes medioambientales que despidieron en diciembre de 2012 y pensamos que serían un refuerzo importante para la plantilla regional. En la provincia de Ciudad Real fueron cinco los interinos que se quitaron.

¿Piden su reincoporación?

Sí, además que de que se abra la bolsa de empleo público a los agentes y haya por lo menos un mínimo para cubrir la tasa de reposición, puesto que actualmente estamos viendo que las plazas se han amortizado y no se cubren las plazas de los compañeros que se van jubilando. Es una situación cada vez más crítica, aumenta el trabajo de los que estamos trabajando, y los costes.

¿Cuántas personas se necesitarían para cubrir las necesidades de una provincia como Ciudad Real, una de las más extensas de España y que cuenta con dos parques nacionales o dos parques naturales?

Estamos hablando que en la comunidad deberían ser 700 agentes medioambientales como mínimo y que ahora somos 470, mientras que en la provincia hablamos de un mínimo de 120 agentes para cubrir bien todas sus zonas.

¿Cuáles son las principales funciones de los agentes medioambientales?

Las dividimos en las funciones de policía, es decir, denuncias administrativas, como es el caso de los delitos ambientales, puesto que somos agentes de la autoridad y policía judicial; y las funciones técnicas, por los informes que nos encargan para seguimiento de fauna, vías pecuarias, calidad ambiental, caza o pesca. Otra de las funciones que nos gustaría tener es la participación en emergencias, pues vemos que en la provincia de Ciudad Real no se ha contado con nosotros para la búsqueda de personas en ningún momento, ni esta última vez que ha habido un caso en Almódovar del Campo, ni en la de hubo el año pasado en Daimiel. Los agentes medioambientales somos el colectivo que mejor conoce el medio natural, somos funcionarios públicos y la gente paga nuestro sueldo con sus impuestos, pero no se cuenta con nosotros para ese tipo de trabajo, que es una prioridad absoluta.

¿Qué sería necesario cambiar para que cuenten con ustedes?

Principalmente, lo que haría falta es que nuestra Dirección General (de Agricultura) se pusiera de acuerdo con la Dirección General de Protección Ciudadana, que se encarga del servicio de Emergencia 112, y que se nos incluyera en los protocolos del 112. No se necesita dinero, ni nada que no tengamos ya, sino que se organicen y nos incluyan. Igual que cuando llaman a los bomberos o a Protección Civil, que es un servicio voluntario, que cuenten con los agentes medioambientales para estar en el equipo de búsqueda.

Si ahora mismo se pierde una persona en el campo, ¿no se cuentan con ustedes para localizarla?

A nosotros, si no es por propia voluntad o porque el alcalde o alguien exija nuestra presencia, de manera oficial no se nos convoca a ese seguimiento. Para mí es una cosa que no se entiende porque tenemos personal especializado en el medio natural, equipos y material que podemos poner a disposición. Nosotros siempre decimos que somos funcionarios que lo único que pedimos es trabajar más, no pedimos ni aumento sueldo, ni más días, sino trabajar más y mejor. Si nos incluyen en el 112, trabajaríamos más, pero realmente es algo que hacemos todos los días y se complementa porque vamos a hacer un trabajo en el monte, se pasa por las zonas y da igual mirar y buscar otra cosa.

¿Por qué reclaman una Ley del Cuerpo?

Actualmente tenemos un reglamento del año 2000, pero lo que pedimos desde la asociación es que haya una regulación por ley del cuerpo de agentes medioambientales, que todas nuestras funciones vengan reflejadas en esa ley y no tengamos que estar con unas funciones en la Ley de Patrimonio Natural, otras en la Ley de Caza, otra en la Pesca... Queremos que todo venga regulado en esa Ley del Cuerpo de Castilla-La Mancha. No obstante, parece que a la Junta por ahora no le interesa mucho, o no quiere ni sentarse a valorarlo.

¿Cuál es la relación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como el Seprona?

Nosotros tenemos una relación muy buena. Se colabora cuando hay que hacerlo y no hay ningún problema. En la provincia de Ciudad Real, por ejemplo, en el caso del año pasado de las águilas de Santa Cruz de Mudela, colaboraron los agentes medioambientales y la Guardia Civil en coordinación perfecta. Somos dos cuerpos que nos complementamos bien y en el medio ambiente no sobra nadie. En el conjunto de España hay 6.000 agentes medio ambientales que llevamos trabajando en el cuerpo 140 años y es un complemento perfecto para el medio ambiente.

¿Cuál es la función de los agentes medioambientales en los incendios?

En los incendios forestales participamos de dos maneras: como directores de extinción, los que organizamos los medios cuando van llegando y, por otra parte, somos los responsable de la investigación de los incendios forestales. Esto es muy importante porque actualmente no sabemos cómo van a quedar las brigadas de investigación de los agentes medioambientales, ya que no sabemos si la Junta quiere o no que participemos. Somos el personal mejor formado en incendios forestales, tanto en extinción como en investigación, y tampoco se ve desde la Administración que se quiera potenciar a nuestro colectivo en cuanto a la investigación. Supone muchas horas, mucho tiempo para intentar conocer la causa y, si se trata de un delito, presentarlo ante la Fiscalía o ante el Juzgado.

¿Se regula cada año?

Es que al haber cambios de gobierno están haciendo algún tipo de cambio en la nueva orden de incendios y esto aún no lo tienen decidido. Para nosotros es un error, porque saber cuál ha sido la causa es muy importante y el llegar a la causa del incendio ha aumentado hasta casi un 90% con las investigaciones que hemos hecho. Necesitamos saber si los incendios son por rayo o si son intencionados para no poder recalificar esos terrenos; o si han sido por una problemática en las líneas eléctricas y  hay que cambiarlas... Eso se hace con una buena investigación y es dinero que no se tendría que gastar después.

En muchos casos son intencionados...

Sí, pero para saber eso hay que investigar bien.

¿Cómo se está preparando la campaña contra incendios?

Creo que los responsables de la Consejería se deberían sentar tranquilamente con los interlocutores de los agentes medioambientales y con la asociación para planificar bien la campaña y que aquello que planteemos al menos se estudie. Podemos hacer mil propuestas, pero si las tiran a la basura... Necesitamos una buena planificación, un buen estudio del monte y nuestra experiencia puede hacer que el gasto en extinción sea mucho menor en verano que el actual. Los trabajos forestales por parte de la empresa pública creo que empezaron ya durante los 12 meses, pero hay mucho trabajo que hacer y planificar.

A su juicio, ¿cómo se abordaría una buena campaña contra incendios?

Por parte de los agentes medioambientales creemos que cambiando la orden que hay ahora de incendios, que volvieran las brigadas de investigación conforme estaban en 2010, con la orden que había con el PSOE en dicho año. Es un punto de partida bueno y no habría que hacer grandes cambios. En cuanto a la planificación y los recursos, ya es cuestión de reunirse para buscar la efectividad y minimizar los costes, aunque por ahora, con los agentes medioambientales cuentan bastante poco.

¿Existe una mayor concienciación sobre el medio ambiente?

Creo que sí, que la gente cada vez está más concienciada y hay más campañas de sensibilización. Nosotros también vamos a colegios y colaboramos con las asociaciones y la sensación es que la gente está más concienciada. Eso no evita que nos encontremos a veces los pantanos bastante mal o casos de veneno en Ciudad Real, que no bajan, aunque estemos todos los días trabajando.

Da la sensación de que han aumentado los delitos por maltrato animal...

Sí, otra de las quejas de la asociación es que en la nueva Ley de Protección Animal, los agentes medioambientales no estamos y eso supone que vamos por el campo y vemos a una persona ejerciendo algún tipo de maltrato animal y no podemos ir directamente a un juzgado. Desde la asociación se ha pedido que se nos incluya en esa ley porque casi todos los casos de maltrato animal se dan en el medio natural, no en las ciudades. Además, hay que recordar que el maltrato animal es un delito, está en el Código Penal, y tiene que ir a un fiscal o a un juez.

¿Cómo cree que está funcionando el programa de inserción de los linces?

Es verdad que se está haciendo un esfuerzo grande desde varias comunidades con el programa Life IberLince para la cría en cautividad y la suelta de estos animales. Es positivo, pero no podemos hacer mucho si realmente no hay una conciencia de la gente. Hace unas semanas, en Retuerta, murió atropellado otro lince. En el tema de la reintroducción, los agentes medioambientales participan en la suelta de ejemplares.

En cuanto a la procesionaria que afecta a muchos pueblos de la provincia, ¿cómo cree que se tiene que abordar?

A las larvas de la procesionaria le afectan mucho los cambios de temperatura y las situaciones climáticas y este año y el anterior le ha venido muy bien para la procesionaria porque no ha hecho demasiado frío en invierno. Eso hace que la población aumente. Es verdad que ahora, en pinares de Puebla de Don Rodrigo o en la zona de Retuerta están defoliados totalmente y es un problema porque al final los pinos pueden llegar a morir, quizás en un año no, pero si llegan dos años como este...

Podría ser un desastre ambiental...

Totalmente, y además en zonas como Puebla de Don Rodrigo, donde se saca madera del monte para la actividad económica, puede ser catastrófico.

¿Se está atajando bien?

Se están haciendo diferentes estudios por la Delegación y en breve tendrán que tomar solución al problema. Yo no sé cuál es la solución. Es verdad que antes se realizaban tratamientos aéreos, pero creo que desde hace diez o once años no se han realizado. Sé que están haciendo los estudios y poniendo trampas para tratar de sacar una conclusión sobre cómo atajar el problema.

¿Qué Ley de Caza quieren los agentes medioambientales?

Desde la asociación siempre hemos dicho que se tiene que contar con todo el mundo, con el colectivo de cazadores, las asociaciones ecologistas, los agentes medioambientales y con otros colectivos como senderistas. Entre todos seguro que sacamos una ley que venga bien al conjunto.

Otro de los problemas del medio rural son las trampas que se encuentran los ciclistas, ¿cómo se ataja este problema que puede tener consecuencias graves para ellos?

 Sí, totalmente. No puedo decir que hayan aumentado, pero sí hemos comprobado que existe ese tipo de trampas o artilugios para disuadir a los ciclistas. Para ello, hay que hablar con las asociaciones de ciclistas y con los propietarios de montes y parcelas y ver la situación para llegar a un acuerdo y planificar bien las rutas. Eso al final puede llegar al juzgado o a una denuncia administrativa, ya que es sancionable, no pueden poner clavos o cables. En Galicia creo que hubo un caso de muerte de un ciclista por cables y aquí se han encontrado en la zona de La Atalaya. Al mismo tiempo, los ciclistas deben saber que tienen que ir por ciertos sitios, no por donde se quiera.