La superficie inundada del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel ha aumentado en los últimos meses. De las 21 hectáreas encharcadas que tenía a principios del mes de octubre ha pasado, a fecha de 1 de diciembre, a 292 hectáreas, lo que significa un incremento de 271 nuevas hectáreas inundadas con agua. Una cifra que ha sido posible gracias a las últimas lluvias y a la puesta en funcionamiento de la batería de pozos de emergencia, una medida extraordinaria con la que cuenta el parque para solventar situaciones de sequía extrema como la que estaba viviendo el humedal.

 Las medidas propuestas para mitigar esta afección al parque nacional son la puesta en marcha de los pozos de sequía para suministro de recursos al parque, con un volumen máximo anual de extracción de 10 hectómetros cúbicos al año más dos hectómetros cúbicos adicionales de concesiones propias del Parque Nacional de Las Tablas, o el suministro de recursos desde el trasvase Tajo-Segura en el caso de que sea necesario, si bien es una opción no aplicada en esta ocasión.  

En consecuencia, se ha estado bombeando desde los pozos de sequía en diversas ocasiones, desde la primavera de 2020. A  fecha de 1 de octubre, el parque contaba con una superficie inundada de 21 hectáreas, es decir, el 1,21% del total de las 1.700 hectáreas que conforman su superficie encharcable, una cifra que un mes más tarde, en noviembre, llegó a las 159 (9,87%).  Mientras, en diciembre, la superficie inundada es de 292 hectáreas (16,83% del total), como así se desprende de los datos del informe de seguimiento de indicadores y escenarios de sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG).

patronato. Ecologistas en Acción (EA) pedirá en la reunión del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel que este órgano apoye sus alegaciones al Plan Hidrológico del Guadiana, en las que solicita la opción cero de riego en el Alto Guadiana hasta que los acuíferos dejen de estar sobreexplotados. Los ecologistas buscarán en el seno del patronato de Las Tablas de Daimiel, que se celebrará hoy, el apoyo de la mayor parte de los integrantes del patronato a sus alegaciones, según señalaron a Efe fuentes de esta organización. Consideran que el Plan Hidrológico de Demarcación sea, probablemente, la última oportunidad, después del «fraude» del Plan de Compensación de Rentas y del Plan Especial del Alto Guadiana, para resucitar un río «muerto» y recuperar uno de los patrimonios más singulares de la Península Ibérica, las Tablas de Daimiel, los humedales manchegos y los acuíferos de la cuenca alta del Guadiana.