La Parroquia San Juan de Ávila de Ciudad Real ha celebrado un encuentro de su Club de Amigos, en un acto encuadrado en su 50 aniversario. Este encuentro se ha llevado a cabo en el Museo López Villaseñor este sábado y ha contado con la intervención de los primeros directivos, la entrega de reconocimientos y las palabras del emblemático sacerdote don Pedro Jaramillo, fundador del Club y quien fue vicario general de la Diócesis de Ciudad Real.

Posteriormente, los participantes se han desplazado al Hotel Santa Cecilia, donde se ha realizado una comida y se han proyectado vídeos de presentación de los miembros del Club, con un recuerdo muy especial a los ausentes. El encuentro finalizaba entonando canciones propias.

El inicio de este Club de Amigos se produce en el barrio del Padre Ayala de Ciudad Real. Un barrio de gente humilde, trabajadora y con niveles económicos bajos, y el lugar elegido por Pedro Jaramillo para iniciar su labor pastoral y social. Por esta razón, el Club inicialmente se llamó 'Centro Juvenil Padre Ayala de Ciudad Real'. Los jóvenes tuvieron sus primeras reuniones, charlas y debates en la propia casa de don Pedro, ubicada en el mismo barrio. 

Al inicio los jóvenes del barrio entraron a través del fútbol principalmente, creando un equipo propio y cuyo entrenador era un joven seminarista llamado Leandro López. Incluso los más pequeños eran entrenados por jugadores mayores como Guillermo o Miguel "el flecha". Un hecho destacado fue la creación de la Parroquia de San Juan de Ávila, en el año 1973, a partir de la segregación de la Parroquia de La Merced, lo que supuso la incorporación de nuevos barrios y calles a la labor pastoral iniciada por don Pedro: El Peñón, el Grupo Aparicio Arce, las calles Pedreras (alta y baja), la calle Toledo, el barrio de la Plaza Toros, La Ronda del Carmen, el Camino de la Guija.

Un par de años antes de la fundación de la parroquia, Pedro Jaramillo fundó el Club de Amigos San Juan de Ávila y promovió la redacción de los estatutos. En la actualidad cuenta con 110 socios y socias y muchos de ellos forman parte desde que comenzó la actividad. En aquella época, la posibilidad de reunión, de la celebración de charlas, de ver películas y de realizar actividades se canalizaba, en gran medida, a través de las parroquias. Y Pedro Jaramillo era un sacerdote cultivado y con espíritu dinamizador. Inició en el barrio de San Juan de Ávila, la plaza de toros y Padre Ayala algo parecido a los proyectos de formación que materializa en la actualidad en las maras de Guatemala, dónde ahora impulsa proyectos y trabajos en la calle.

Una jornada inolvidable para los integrantes de este Club de Amigos de la Parroquia San Juan de Ávila de Ciudad Real.