La epidemia de coronavirus registra un repunte en la región con el inicio de este mes de agosto, con las excepciones de Guadalajara, donde se reducen los casos, y Cuenca, donde no se constatan variaciones. Esta es una de las conclusiones que pueden extraerse de los últimos datos de incidencia acumulada de al pandemia por provincias que ha publicado el Instituto de Salud Carlos III, uno de los organismos científicos del Estado que monitorizan la progresión de la enfermedad.
Yendo al lado positivo, el Noreste castellano-manchego, hay que reflejar que la reducción de casos en Guadalajara se estima en un 21,45 por ciento, al pasarse de una incidencia acumulada de 21,73 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en la semana del 20 al 26 de julio a 17,07 en la que va del 27 al 3 de agosto. De este modo, Guadalajara pasó del primer puesto en la región como provincia más afectada por casos nuevos de coronavirus en relación a su población al segundo.
En este mismo periodo, Cuenca experimenta un peculiar estancamiento en la epidemia, con 3,57 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en cada una de las dos semanas analizadas en este estudio del Instituto Carlos III. La provincia conquense continúa como una de las provincias españolas con menos casos nuevos en función de su población.
Los positivos datos de Guadalajara y Cuenca resaltan más si se tiene en cuenta que ambas provincias están flanqueadas por territorios donde se constata un mayor reavivamiento de la enfermedad en los últimos tiempos. Al Oeste lindan con Madrid, uno de los territorios más castigados por la pandemia, y al Este con Aragón, una de las autonomías que ha vivido un mayor resurgimiento de la pandemia por los brotes asociados a temporeros agrícolas, entre otras causas.
Desde aquí, en el resto de la región ya encontramos el lado negativo del avance de la enfermedad. Esta progresión resulta más alarmante en Ciudad Real, dónde se pasa de una incidencia acumulada de 6,45 casos nuevos por cada 100.000 habitantes de la semana del 20 al 26 de julio a los 18,76 casos en la semana siguiente. Esto da como resultado un crecimiento de afectados por el coronavirus del 190,85 por ciento, y ya convierte a Ciudad Real en la provincia más afectada de Castilla-La Mancha por casos nuevos de coronavirus en proporción a su población.
Albacete partía de una situación similar a la ciudadrealeña, con 6,44 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en la última semana completa de julio. Pero en la siguiente se produce un crecimiento menor, del 15.99 por ciento, tras registrarse una incidencia acumulada de 7,47 casos.
En un término medio entre las dos últimas provincias citadas se sitúa la de Toledo. Aquí se registró una incidencia acumulada de 11,08 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en la semana del 20 al 26 de julio, que progresó hasta los 15,08 casos en la semana del 27 al 3 de agosto. Esto da como resultado un crecimiento de la incidencia de la enfermedad de un 42,87 por ciento.