El clima y el terreno sobre el que se asienta la plaza de Cervantes es la causa del hundimiento que presenta, donde se suma un suelo arcilloso con el largo periodo de sequía. Así lo indica el pliego de condiciones del proyecto de consolidación de la plaza, publicado ayer en el perfil del contratante. El texto explica, en concreto, que «la falta de lluvias en estos últimos años hace que los terrenos arcillosos pierdan su humedad» y esto provoca una disminución del volumen, «lo cual se traduce en la superficie en forma de hundimientos del pavimento». 

Esta situación, que ya se sabía en el informe geotécnico de 2016, según se apunta en el documento, se ha confirmado con las catas realizadas en diciembre del año pasado. «Debido a este largo periodo de sequía que ha experimentado Ciudad Real, el nivel de humedad del terreno ha disminuido, las zonas donde el espesor de terreno arcilloso es mayor el volumen se ha reducido más» y de ahí que haya hundimientos en distintas zonas de la plaza.

El mismo documento explica que seis años después de la gran obra que se hizo en la plaza de Cervantes, «el comportamiento de la plaza ha sido favorable no habiéndose producido problemas en la estanqueidad de las redes de saneamiento y agua potable». Igualmente, se indica que «la estabilidad del pavimento ha sido favorable, con carácter general, salvo en la zona mencionada», donde ese suelo de tipo arcilloso es mayor. 

El Ayuntamiento de Ciudad Real tiene previsto destinar 108.000 euros a este proyecto de consolidación del terreno, donde se trabajará en una zona de 200 metros cuadrados, instalando «una red de micropilotes hincados, que atraviese el terreno arcilloso desfavorable, hasta alcanzar el terreno firme», a unos 10 metros de profundidad, para evitar las pendientes que se producen en la zona. A finales de octubre se conocerán las empresas interesadas. El Ayuntamiento ya avanzó que trataría que estos trabajos no afectarán ni al periodo de Navidad ni a otras fiestas. El plazo de ejecución es de unos tres meses.