Ángel L. M., un albañil de Arroba de los Montes, ha sido condenado esta mañana en la Audiencia Provincial a once años de cárcel como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa (cinco años y medio por cada delito), tras atropellar de manera intencionada a un matrimonio de esta localidad, con el que mantenía desavenencias desde varios años atrás por otro proceso judicial. Las partes han llegado a un acuerdo de conformidad que finalmente ha ratificado el magistrado, dándole firmeza a la sentencia. Además, el acusado deberá indemnizar a los perjudicados con casi 38.000 euros por vía de responsabilidad civil. Una condena sensiblemente inferior a la solicitada en un primer momento por el fiscal, que se elevaba a los 19 años de prisión.
Sucedió en septiembre de septiembre de 2022. El acusado esperó en su furgoneta a que las víctimas salieran de su domicilio y, cuando se encontraban en la calle Pozo de Arriba, en una zona estrecha que no disponía de acera, puso en marcha el vehículo y se dirigió hacia ellos, acelerando con la intención de acabar con sus vidas, golpeándoles con el lateral izquierdo de la furgoneta, resultando ambos lesionados y cayendo la mujer al suelo quedando semiinconsciente. Además de estos hechos, el procesado había escrito en redes sociales un mensaje en el que advertía que "el lobo está siempre al acecho de su presa", según se reflejaba en el escrito del ministerio público. Por el atropello, las víctimas sufrieron traumatismo craneoencefálico grave y hematomas, además de un trastorno por estrés postraumático crónico.
Y todo por la animadversión que él tenía hacia este matrimonio desde que en 2009 les realizara una obra de cimentación en su domicilio que a éstos no les satisfizo, por lo que le denunciaron. Ángel L. M. fue condenado por vía civil a pagarles una elevada indemnización a la que solo pudo hacer frente mediante la adjudicación su propia casa, en la que desde entonces viven ellos. Esto generó un fuerte odio del acusado hacia este matrimonio, alimentado también, según el abogado de él, Manuel Ángel Cano, por alguna actitud de "chulería y mofa" por parte de ellos. "Él sabe que lo que hizo no era lo correcto", asumía su representante legal, que destacaba la reducción en 8 años de la condena a la que se enfrentaba originariamente.
Un momento del juicio celebrado en la Audiencia Provincial. - Foto: Tomás Fernández de MoyaPor su parte, Javier Panadero, abogado de los demandantes, ponían en valor que el acusado haya reconocido los hechos y que deba hacer frente a las cantidades indemnizatorias que se solicitaban, "Le tienen mucho miedo y le gustaría que estuviera todo el tiempo que pudiera en la cárcel", afirmaba, y recordaba que una vez cumpla la condena de 11 años (ya habría cumplido dos años en prisión provisional), deberá respetar una orden de no acercamiento al matrimonio a menos de 300 metros durante 10 años más, lo que le obligaría a cambiar de residencia y abandonar Arroba de los Montes.