El Ayuntamiento de Ciudad Real sigue estudiando la posibilidad de implantar en la capital el llamado ADN canino, un sistema que tendría un coste de 40 euros por animal y con el que se persigue poner fin a los excrementos de perros que no se recogen por parte de sus propietarios.
Precisamente el coste que tiene de implantación es el principal motivo por el que el nuevo equipo de Gobierno de PP y Vox no lo ha implantado ya, dado que no pretende gravar económicamente a los ciudadanos con carácter general y tampoco a colectivos con menos ingresos que pueden disponer de estos animales, como jubilados.
Por esta razón, busca alternativas como la posibilidad de sufragar este sistema de identificación a través de las sanciones que se imponen a quienes son pillados, aunque eso conllevaría no sólo su regulación económica, sino también el cambio de la ordenanza municipal. La multa por esta infracción de la ordenanza suele ser de 300 euros.
El concejal de Servicios a la Ciudad, Gregorio Oraá, afirmó a este diario que lo que sí habrá es «vigilancia sobre este tema», del mismo modo que avanzó que se desarrollará una campaña encaminada no solo a la problemática de las heces, sino también de las micciones de los canes.
Explicó que se trata de una infracción que apenas comete el 10 por ciento de los propietarios de perros, ya que «la mayoría cumple con sus obligaciones cívicas». Esto supone, estadísticamente, que de los 7.500 perros que puede haber censados en la capital, los dueños de unos 750 incumplen la normativa, lo que, a dos heces al día, supone unos 1.500 excrementos.
El ADN canino fue una de las cuestiones que se abordó ayer en la primera reunión de la legislatura del Consejo Local de Sostenibilidad, en la que se informó también del proyecto Cráter, del que se activará su segunda fase con el desarrollo de proyectos de renaturalización con ejes verdes en Camino de Moledores, al que seguirán otras actuaciones como los ejes verdes en las avenidas Garrido Garrancho y Leopoldo Calvo Sotelo, el corredor verde en el Polígono Industrial Avanzado, o la renaturalización de Los Silos y del parque Gasset. También se abordó el plan de limpieza o las concejalías de barrio.