La próxima edición de la Feria Nacional del Vino (Fenavin) se celebrará del 6 al 8 de mayo de 2025 con un presupuesto de 3,2 millones de euros. Entre sus objetivos, mejor sus datos cualitativos y lograr una mayor reversión económica para el sector vitivinícola de la provincia. En el acto de presentación, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, avanzó que están estudiando un cambio de fechas y de estructura de gestión para hacer frente a los «desafíos» que se le presentan y «seguir siendo en el futuro la mejor feria del vino español en el mundo».

La edición de 2025 reunirá a casi 1.900 bodegas y cooperativas de prácticamente todo el territorio vinícola de España (este miércoles se abrió el plazo de inscripción), para hacer negocio con alrededor de 14.000 compradores nacionales y 4.300 internacionales en los cerca de 3.000 metros cuadrados de superficie expositiva del Ifedi, utilizando herramientas de «éxito» como el Centro de Negocios, el programa 'Contacte con...' y la Galería del Vino, donde los importadores podrán catar más 1.400 vinos diferentes.

La dirección de Fenavin, con Manuel Juliá a la cabeza, se ha marcado como objetivo lograr un mayor perfeccionamiento de la feria, «ofreciendo un mejor servicio a los participantes» como elemento diferenciador con otros eventos, como el organizado en Barcelona. «Nuestras ventajas son la experiencia, la profesionalización y la orientación a la demanda y el negocio», enfatizó Valverde. Pretende, en este sentido, alcanzar las 10.000 reuniones planificadas entre vendedores y compradores a un mes vista del corte de la cinta inaugural.

Fenavin estudia un cambio de fechas y de estructura de gestión - Foto: Rueda Villaverde

El presidente de la Diputación también quiere que Fenavin, «una marca asociada al territorio», tenga influencia en todos los pueblos de la provincia y que, a su vez, «impulse la promoción de otros productos agroalimentarios de calidad que queremos ligar a la figura del Quijote». Avanzó, en este sentido, que la Institución provincial trabaja en proyectar los Sabores del Quijote «fuera de Ciudad Real y, si es posible, fuera de nuestro país». Asimismo, Valverde avanzó la presencia de cooperativas y bodegas de la provincia en las misiones comerciales organizadas junto con la Cámara de Comercio, con Tailandia y Vietnam como posibles próximos destinos. Valoró, en este punto, el trabajo de captación de compradores y distribuidores que llevan a cabo la institución cameral y el IPEX, así como los propios técnicos de la feria.

Miguel Ángel Valverde explicó que el incremento del presupuesto de licitación de la feria, que asciende a más de 3,2 millones, se debe a la inclusión en el mismo de los cerca de 100 contratos menores que se firmaban de forma independiente para dotar a la feria de suministros y servicios y que, prácticamente en su totalidad, ofrecían empresas de Ciudad Real. «Es una inversión muy importante y tenemos que lograr el mayor aprovechamiento posible para los intereses de la provincia», apostilló.

Periodo de reflexión. En otro orden de cosas, Valverde indicó que la Diputación ha abierto un periodo de reflexión para analizar posibles cambios, con el objetivo de que Fenavin siga siendo la mejor feria del vino español que se organiza en el mundo también en el futuro. Uno de ellos tiene que ver con el calendario, puesto que hay voces que apuntan a que se lograría una mayor rentabilidad para los participantes, si se organizara en los primeros meses del año. Otros opinan, en cambio, que la feria se celebra actualmente en el mejor momento posible.

El cambio de modelo de gestión también está encima de la mesa, un asunto sobre el que ya puso el foco el anterior equipo de Gobierno. Valverde aludió a las estructuras «mastodónticas» de otras ferias internacionales, como Vinexpo y ProWein, para remarcar que el caso de Fenavin, sustentado por una administración pública, es excepcional: «Fenavin necesita una estructura permanente de gestión, que puede o no estar ligada a la Diputación». Abogó, por último, por aprovechar las instalaciones del Ifedi y el tirón de Fenavin para plantear nuevas propuestas feriales y convertir a Ciudad Real en «el mayor centro expositivo de España al sur de Madrid».