Nueva actuación de Manzanares en la ermita de San Blas

Ana Pobes
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Se acometerá una tercera fase de unos 20.000 euros para «evitar las humedades»

El alcalde de Manzanares, en el centro, y otras autoridades en la inauguración, en 2020, de la restauración de la fachada. - Foto: LT

El alcalde de Manzanares, Julián Nieva, ha vuelto a reiterar su compromiso con el patrimonio religioso de la localidad. Tras hacerlo con varios monumentos como la ermita de Nuestro Padre Jesús del Perdón, en la que se invirtieron casi 50.000 euros, y con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con una restauración en la que el Ayuntamiento afrontó el pago del 50% del proyecto (500.000 euros), pero ahora le llega el turno a la ermita de San Blas. «Es un compromiso por mantener y conservar el patrimonio y también, de alguna manera, fomentar el turismo», reconoció para recordar después que esta ermita se encuentra en un lugar «privilegiado», pues se ubica en el mismo escenario del Castillo de Pilas Bonas, «un símbolo de la ciudad», y a cinco minutos a pie de los museos municipales y del propio centro de la ciudad. 

El Ayuntamiento afronta «todos los costes y autorizaciones correspondientes», pues el edificio forma parte de los catalogados, por lo que hay que contar con la autorización y supervisión de Patrimonio para cualquier intervención. Para llevar a cabo una nueva actuación, la tercera, en esta ermita con una partida de unos 20.000 euros. De esta forma, dijo, se complementa el esfuerzo que se ha hecho con otros templos religiosos como el de Nuestra Señora de la Asunción, por lo que «en esa línea nos mantenemos y en esa línea seguiremos trabajando». A la espera de las autorizaciones definitivas y de su licitación, el regidor manzanareño confía en que las obras den comienzo tras las fiestas de los santos viejos, es decir, a partir del mes de enero. 

En el resto de las fases se centraron en la restauración exterior y en la eliminación del revestimiento de yeso y en impermeabilizar el muro. En aquella ocasión, «se puso zócalo de piedra para evitar las humedades, pero ahora salen por encima de la piedra, por lo que se llevará a cabo un tratamiento», explica el hermano mayor de la Hermandad de San Blas, quien, en declaraciones a La Tribuna, mostró su alegría por esta nueva intervención que calificó de «muy necesaria» y agradeció al Ayuntamiento su apoyo y colaboración, por lo que espera que las obras empiecen en los próximos meses, ya que «son muchos los permisos que hay que tramitar y nosotros no podemos mediar. No podemos ni intervenir ni acelerar el proceso. Es el Ayuntamiento quien lleva todo», señala. 

Ahora, «la ermita no está en condiciones», lamenta, para celebrar actos como, por ejemplo, el Día del Rosario, que se hacía una vez al mes por los difuntos de la hermandad. Y es que, «una parte del cielo raso hace bóveda. Se arregló en su día, pero otra parte hay que hacerlo nuevo». 

Por su parte, el regidor manzanareño destacó también que el barrio ha contado con otras intervenciones para mejorar su estado. Se hizo un esfuerzo en el jardín de la calle Cuenca haciendo accesible toda la zona, y en relación con la estructura abandonada de pisos que desde hace dos décadas afeaba el barrio en el entorno de la ermita de San Blas y del castillo, el alcalde dijo que ese «esqueleto» daba una «imagen penosa» que se ha resuelto gracias a una «decidida actuación municipal». Finalmente, se están demoliendo dos alturas y, desde la iniciativa privada, se construirán 33 viviendas «en un entorno privilegiado». Asimismo, anunció que próximamente se acometerá una novedosa colaboración municipal con el colegio concertado San José que se suma a la gran mejora educativa que supondrá el nuevo Centro de Educación de Personas Adultas cuyas obras van muy avanzadas en este barrio. «Queríamos que se quedara aquí», subrayó el alcalde. La mejora de la accesibilidad en el casco histórico o la instalación de cerámicas identificativas en estas calles son otras de las actuaciones municipales que resaltó.