Seis de cada 10 personas con las que se cruce hoy por la calle tendrán en común una cosa: son vecinos de toda la vida del lugar donde se encuentre. Ellos serán, según el Instituto Nacional de Estadística, algunos de los casi 285.000 ciudadrealeños que han decidido vivir allí donde nacieron por decisión propia o porque no han tenido la oportunidad de hacer las maletas para desplazarse a otra localidad. Y los ciudadrealeños son unos de los más apegados a su primer hogar. En España, solo los jiennenses, cordobeses, pacenses, gaditanos y sevillanos hacen más patria al elegir su lugar de residencia: viven donde nacieron. 

Ese porcentaje se dispara hasta llegar a casi el 80% cuando se juntan los que viven donde nacieron a los que nacieron en la provincia y no han salido de ella, aunque residen ahora en un municipio distinto. Son casi 390.000 de los 491.000 habitantes que, según las cuentas del INE, vivían en Ciudad Real en 2023, según el Censo anual de población.

A la hora de bajar al plano municipal, los que menos han salido de casa son los que residentes en Santa Cruz de los Cáñamos, Carrizosa, Villahermosa y Villarta de San Juan. Nueve de cada diez viven donde siempre han vivido. Los pueblos que menos vecinos 'originarios' tienen por sus calles son Llanos del Caudillo, Arenales de San Gregorio, El Robledo y Poblete, uno de los municipios donde la población crece más en los últimos años, empujada, sobre todo, por la migración interprovincial. La mitad de sus vecinos ha nacido en otro pueblo de la provincia y en el otro municipio ciudadrealeño que más crece en los últimos años y décadas, Miguelturra, hay ya tanta gente nacida allí como en alguno de los otros 101 municipios de la provincia. 

En las grandes ciudades de la provincia, Ciudad Real tiene más vecinos nacidos en su término municipal que los que han llegado de fuera, aunque son apenas 5.000 más. En Puertollano, Tomelloso, Alcázar, Valdepeñas y Manzanares, la proporción de nacidos en la misma localidad donde viven está entre el 66 y el 58%.