Los Reyes han recibido esta tarde en La Alhambra a los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la cumbre de la Comunidad Política Europea y a los que agasajarán con una cena en este mismo enclave, patrimonio de la humanidad.
Don Felipe y Doña Letizia han sido recibidos a su llegada a La Alhambra por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, en los Jardines del Partal.
Sánchez y su esposa han sido los encargados de dar previamente la bienvenida a los asistentes en el patio de los Arrayanes, eje del Palacio de Comares, que cuenta con una alberca central de 34 metros de largo y a cuyos lados mayores se levantan dos amplios setos de arrayán, que dan nombre a este espacio.
Posteriormente, ya en el Patio de los Leones, los Reyes han saludado a los mandatarios internacionales y sus acompañantes, con quienes se han hecho la tradicional foto de familia de la cumbre, a la que asisten cerca de medio centenar de líderes del continente europeo.
Tras la foto de familia, los mandatarios han podido asistir a un espectáculo flamenco a cargo de la cantaora Marina Heredia para, posteriormente, disfrutar de un cóctel en el Parador, que se encuentra en el recinto del conjunto monumental, con un menú andalusí obra del chef cordobés -dos estrellas Michelin- Paco Morales.
A la cena con motivo de la cumbre de Granada han asistido, entre otros, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, así como la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
También ha estado el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien ha aprovechado, como otros muchos de los asistentes, para fotografiar y hacerse fotografías en esta joya arquitectónica, que celebra el 150 aniversario de su declaración como Monumento Nacional.
El presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, o el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, también han asistido a la recepción.
Quien no se ha quedado a la cena es el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que ha abandonado La Alhambra tras mantener un encuentro con Felipe VI.
El Rey apela a "la paz verdadera" en Europa
El Rey ha apelado ante medio centenar de líderes europeos a una "paz verdadera" en todo el continente que no esté "basada en la fuerza de un actor" y que se fundamente en la democracia como el sistema que mejor respeta la diversidad.
En su intervención ante los líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha acudido acompañado por su esposa, Begoña Gómez, el Rey ha destacado el simbolismo de Granada (ciudad que ha calificado de "hermosa y mágica") como ejemplo único de fusión cultural en Europa.
Tras resaltar que Granada y España están entre las preferencias de los jóvenes europeos para estudiar en el programa Erasmus, ha subrayado que Europa está obligada a encontrar lugares de libre pensamiento y debate.
"Somos un continente con una larga historia común, también muy compleja, y aún hoy con posiciones nacionales y referencias culturales a veces divergentes", ha añadido.
La combinación de esa historia y de las diversas opiniones y sensibilidades considera que puede ser la razón de ser por la que en las últimas décadas los europeos han podido unirse en torno a sus valores comunes.
"En torno a la aspiración a una paz verdadera, no basada en la fuerza de un actor, sino en el libre consentimiento de todos, grandes y pequeños. En torno a una aspiración -ha continuado sin citar expresamente la guerra en Ucrania- a la verdadera democracia, como el sistema que mejor respeta nuestra diversidad, tanto dentro de nuestras fronteras como en todo nuestro continente".
El rey ha resaltado que Europa constituye una comunidad política con valores, aspiraciones e intereses compartidos, y ante ello es cuando ha considerado que la Comunidad Política Europea es "una herramienta indispensable" para todos los países que la conforman.
Un foro de encuentro que ha recordado que tiene entre sus objetivos lograr posiciones comunes, hacer oír la voz europea en la escena mundial y diseñar proyectos que favorezcan la prosperidad común en áreas como las infraestructuras o las telecomunicaciones.
El monarca ha confiado en que el espíritu de Granada, que ha resumido en "el recordatorio visual de lo que la diversidad y la tolerancia pueden aportar cuando se canalizan como una ventaja", inspire las conversaciones presentes y futuras entre los líderes europeos.