La provincia de Ciudad Real recuperó el año pasado las mejores cifras de nuevos donantes de médula ósea, al cuadruplicar los datos de 2022, pasando de 125 a 506, Así se rompe con una tendencia que venía ocurriendo desde 2017, en que cada año eran menos las personas que se decantaban por inscribirse en el registro de donantes de médula. Esa ampliación se hizo, en apenas tres meses, durante el otoño pasado, cuando desde la Coordinación Regional de Trasplantes y la Red de Hemodonación, Hemoterapia y Hemovigilancia, se optó por captar activamente donantes entre quienes acudían a donar sangre, de tal modo que con el mismo pinchazo que donaban sangre, se obtenía una muestra para inscribirse en el banco de donantes.
«De enero a septiembre teníamos 120 nuevas inscripciones en 2023 y desde septiembre a diciembre, con el inicio de la campaña, se hicieron 386 más», explicó el Coordinador de Trasplantes en la provincia, Raúl Sánchez, demostrando la solidaridad de la población ciudadrealeña por una buena causa y también el apoyo de la red de donantes de médula ósea, el banco de sangre y su responsable, Elena Madrigal. Esa campaña continuó hasta mayo de este año, con 300 donantes más, 80 de ellos en la capital. En ese momento se concluyó la campaña de captación activa, ante la cantidad de material enviado desde la provincia para el tipaje de donante y la necesidad de analizarlo en los laboratorios.
Estas cifras de nuevos donantes han elevado las personas inscritas hasta las 5.106 de la provincia. Esta es la base de datos que existe de individuos que podrían ser llamados en cualquier momento ante la necesidad de donar su médula ósea. En este sentido, hay que tener en cuenta que donar médula es un proceso en dos fases. La primera es la inscripción en el banco, donde es fundamental contar con la base de mayor tamaño que se pueda. Luego pueden pasar «10 o 15 años o no ser llamado nunca» para el trasplante. «Cuando entras en el banco de donantes tienes que tener 40 años o menos; con más de 40 no te puedes inscribir, pero una vez que estás dentro, estás activo hasta los 55 años». La intención de incluirse joven es dar tiempo a que haya posibilidad de alguna donación y que cuando haya un emparejamiento, el donante sea compatible con una persona que necesita la médula, ya que no puede tener enfermedades fruto de la edad como hipertensión o diabetes.
Para hacer una idea, de las más de 5.000 personas que hay en el banco solo hay 33 de la provincia de Ciudad Real a los que se les haya llamado desde 1991. En 2023 hubo un donante de médula ósea y en lo que va de 2024 ya son tres. Las cifras muestran la importancia de esa inscripción en el banco. «Las compatibilidades entre hermanos, que son las más altas, es solamente un 25%; entre padres e hijos es solo un 5% y entre donantes la posibilidad es entre un 1 por 1.000». Por este motivo, «se necesita tener un banco bastante amplio para tener más posibilidades».
«Es una decisión a muy largo plazo», explica Sánchez, como una muestra de la importancia que tienen campañas de donación como las que se hicieron el año pasado y que, entre otras cosas, se centraron en espacios con jóvenes, IES o universidad. Además, es «una decisión difícil, pero muy gratificante», indicó Sánchez, animando a la donación porque «se está salvando muchas vidas». El coordinador explicó que «la gente es un poco más reticente porque tiene la idea de que es un proceso muy doloroso», pero ahora hay dos opciones, «a través del pinchazo en la cresta ilíaca», que se realiza bajo anestesia e ingreso hospitalario, o bien mediante un sistema similar a la plasmaféresis.