El CNP forma a sanitarios de las mutuas frente a agresiones

Hilario L. Muñoz
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Los profesionales pidieron un encuentro para saber cómo afrontar la problemática

El CNP forma a sanitarios de las mutuas frente a agresiones

Un grupo de profesionales de las mutuas solicitaron a la Policía Nacional tener una mayor formación sobre  agresiones y la pasada semana, el inspector jefe de la unidad territorial de Seguridad Privada e interlocutor sanitario, Joaquín Jiménez, les expuso algunas claves sobre «la normativa que regula las agresiones a personas sanitarias», recordando que en ese documento se señalan tanto las agresiones físicas como verbales, «como la ambiental, por ejemplo, la rotura de mobiliario cuando salen». Igualmente, les recordó que los insultos en redes sociales pueden ser denunciados. Jiménez les explicó, además, que las mutuas, «al ser entidades colaboradoras de la seguridad social, en el caso de agresiones se podría contemplar como atentado a personal sanitario» y se contemplan sanciones o condenas de prisión.

Además, el interlocutor les relató algunas claves para evitar agresiones como la distribución del mobiliario, para evitar que el médico se vea acorralado al final del despacho cuando se produzca una agresión o la necesidad de que haya mobiliario que pueda usarse para frenarlas. Además, Jiménez recordó que es necesario usar la comunicación, porque «cuando surge esa situación violenta, no vas a poder razonar con el paciente». «Hay que utilizar algunas técnicas de comunicación verbal y no verbal, como la entonación o el volumen». Un ejemplo es que si el paciente da voces, permanecer en silencio, lo que hará que «el estallido emocional» vaya a menos. Además, pidió a los profesionales usar los recursos propios con los que cuentan, como un sistema de alarma silencioso que tienen para avisar a los médicos de despachos próximos de que algo está ocurriendo

Jiménez apuntó que no hay casuística en las denuncias de sanitarios en las mutuas de la provincia, ni injurias, amenazas o agresiones, cuando en España suponen un 10% aproximadamente. Por este motivo apuntó que un motivo fue conocer la norma, porque a veces no se sabe «muy bien cómo actuar y cómo denunciar». Eso último es clave, porque es necesario aportar testigos y se pueden solicitar medidas, como «una orden de alejamiento». «Nos ha pasado, por ejemplo, en alguna clínica dental con un paciente que se puso agresivo, incluso injuriando a través de las redes sociales, y el juez se estimó conveniente dictar esa orden y prohibición de comunicarse con el personal».