En la lucha por garantizar la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, las instituciones juegan un papel fundamental. En su organigrama, la representación de mujeres que tomen el liderazgo en el desarrollo de políticas públicas sociales que mejoren la vida de las personas, también lo es. Este hecho natural es cada vez más común y su causa no es otra sino fruto del trabajo de representantes políticos como Cristina Maestre, eurodiputada en el grupo de Alianza Progresista y Demócratas de la cámara, que conmemora este 8 de marzo haciendo hincapié en la importancia de la educación en los más jóvenes y erradicar la violencia de género.   

Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día de la Mujer. ¿Tenemos que seguir reivindicando?

Por supuesto. ¿Acaso se han eliminado las desigualdades? ¿Gozamos de las mismas condiciones laborales y retributivas? ¿Se ha logrado la corresponsabilidad plena? Hasta la fecha esto no está asegurado, es más, hoy por hoy se agudizan las manifestaciones negacionistas por parte de ciertos sectores de la sociedad, generando mensajes muy desasosegantes. Resulta preocupante ver cómo partidos políticos de la extrema derecha, con la complicidad del Partido Popular, están cerrando recursos y programas dirigidos a promover la igualdad entre hombres y mujeres, y aumentan los mensajes calificando el feminismo o la violencia machista como ideología de género. No logro entender por qué ocurre esto. La sociedad solo avanza si lo hace teniendo en cuenta también a la otra mitad de la población: las mujeres. 

¿Cómo considera que se está desarrollando el movimiento feminista actualmente?

El movimiento feminista ha desempeñado un papel determinante a la hora de hacer comprender a la ciudadanía que no podemos disfrutar una convivencia sana si no disfrutamos de una sociedad plenamente igualitaria. Pero el movimiento feminista no es una masa homogénea e intermitente que aparece y desaparece sino que lo componen diferentes actores que de manera constante van dando forma a un cambio necesario en nuestras sociedades y que cristaliza en la voluntad imparable de cambiar estos enormes desequilibrios que aún existen. Hoy en día sigue siendo imprescindible y penetra de muy diversas formas en la sociedad para asegurar que no se produzcan retrocesos en lo alcanzado y para seguir cerrando brechas que aún existen.

¿Cómo cree que los jóvenes, las nuevas generaciones, conciben el feminismo?

Las y los jóvenes reclaman la igualdad entre hombres y mujeres y rechazan el machismo de una forma mucho más espontánea y firme que muchas personas adultas. Esto es muy estimulante y creo que la juventud contribuye de una forma muy activa a superar las desigualdades y avanzar hacia una sociedad más rica y equitativa. Pero no podemos negar que los populismos han conseguido calar en sectores de la sociedad y resulta preocupante observar que, según datos de Eurostat , el 25% de los jóvenes piensan que cosas tan graves como la violencia machista son un invento ideológico. Por eso sigo insistiendo en que para erradicar el machismo, la educación es esencial desde el principio. 

¿Es importante el papel de las instituciones en la lucha por el feminismo?

Es esencial. Si las instituciones no garantizan una sociedad que nos haga libres e iguales, no podemos esperar que la sociedad pueda alcanzar esa madurez. Si las mujeres no nos sentimos acompañadas y protegidas por las instituciones, las leyes, las políticas públicas, entonces difícilmente podremos alcanzar la igualdad. Es esencial aumentar el nivel de exigencia a los poderes públicos, representados en las instituciones y reclamarles mayor compromiso así como tolerancia cero hacia los retrocesos.

En su entorno como eurodiputada, ¿considera que existe brecha de género en la representación del Parlamento Europeo?

En el Parlamento Europeo las mujeres ocupamos el 40% de los escaños y por primera vez tenemos una Comisión presidida por una mujer, así como el Parlamento, y afloran numerosos liderazgos femeninos en puestos de alta responsabilidad. 

Pero la cuestión no está solo en la presencia de mujeres en la política o en otros muchos sectores donde estamos históricamente subrepresentadas, sino en que el papel que queremos ejercer no puede ser meramente representativo, sino que ha de ejercerse en toda su integridad, pues las mujeres aportamos talento y liderazgo y eso no se puede obviar. 

¿Qué tipo de estrategias en torno a la igualdad se trabajan desde Europa?

En Europa tenemos la Estrategia Europea de igualdad de género 2020-2025, que se engloba en una misión más amplia de profundizar hacia la «La Unión de la Igualdad». Nuestras prioridades políticas han sido poner fin a la violencia de género, cuestionar los estereotipos de género, cerrar las brechas salariales, de pensiones y en el mercado laboral o lograr una participación igualitaria en diferentes sectores de la economía, entre otras. Todo esto y mucho más lo hemos trabajado a través de iniciativas como la Directiva de equilibro de género en los consejos de administración de las empresas, la Directiva de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, la Estrategia Europea de Cuidados y la Directiva contra la violencia contra las mujeres. 

Como sociedad, ¿qué aspectos debemos trabajar para mejorar y garantizar la igualdad?

Es esencial estimular desde la infancia la educación social e impulsar valores de tolerancia y respeto mutuo, como norma básica de la convivencia. La educación en valores de igualdad no es un invento sectario, es la base, la amalgama de las sociedades más avanzadas.