«No me siento adulta en cuanto al cáncer»

Hilario L. Muñoz
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Belén Martínez, una paciente de cáncer infantil que ha cumplido los 18 años, relata las sensaciones al llegar a la mayoría de edad y lo que significa el Día Internacional de la enfermedad para ella

«No me siento adulta en cuanto al cáncer»

Belén Martínez es una ciudadrealeña que está en Málaga estudiando Relaciones Públicas y Publicidad, como cualquier joven de 18 años. Una edad en la que se alcanza la mayoría de edad, aunque ella no se ha liberado de ser 'una niña con cáncer'. «Es una mezcla de emociones: por un lado, felicidad porque he llegado hasta aquí, algo que en su momento no era tan seguro» y, «por otro, no te convierte en adulta en cuanto a la enfermedad», explica, porque aún sigue con revisiones, controles médicos e incertidumbre por las secuelas que tenga a largo plazo. Además, se suma una de las preocupaciones de las familias, como es la doble medicina, «al dejar de ser paciente pediátrica, cambian los médicos, los protocolos», pero su control sigue siendo en el área infantil del hospital de Toledo. 

Ella hace vida normal, nadie sabe que tuvo cáncer, ni siquiera sus amigas en Málaga. Allí, explica, lo descubrieron un día en la piscina cuando le preguntaron por la cicatriz que tiene en la espalda. «Me mordió un tiburón», bromeó. Cuando era pequeña le diagnosticaron un tumor de Wilms, un cáncer en el riñón, que le obligó a extirparlo y vivir la vida con uno solo y después someterse a quimioterapia. «No puedo beber», indica, pese alcanzar los 18.

«Crecer no significa que todo desaparezca. El cáncer infantil deja huellas, no solo físicas, sino también emocionales», apunta Martínez, quien considera que ha tenido un proceso de maduración extra, porque ha visto «cosas que muchas personas nunca han tenido que ver», incluso, ha perdido «amigos en el camino, he visto secuelas en otros niños» y aprendido que la vida es «frágil». «Eso te cambia la forma de ver el mundo, pero no significa que el miedo o las preocupaciones desaparezcan de un día para otro».

Por ejemplo, hace solo un mes tuvo una nueva revisión, cuando surgen «recuerdos» que van desde los bonitos a los difíciles, y siempre con el temor de lo que le puedan decir. «El hospital fue mi segunda casa cuando era pequeña», indica, gracias al apoyo de su familia y de Afanion, que le prestó apoyo en toda su vida, incluidos los campamentos que desarrollan para niños con cáncer y que a los 18 ha tenido que abandonar. Cuando le dijeron que todo estaba bien, como en las veces anteriores, sintió «alivio».

«Me llena de rabia ver que cada día hay más niños pasando por lo mismo, que esto no se ha terminado», indica sobre el 15 de febrero, la celebración del Día con Cáncer Infantil. Afanion cuenta con 300 socios, solo en Ciudad Real, y durante el año pasado atendieron tres casos nuevos y 82 familias utilizaron sus servicios. Además, cuenta con 25 voluntarios en la tienda solidaria que tienen en la calle Calatrava. Los datos son de Fernando Izquierdo, vicepresidente de Afanion, quien recordó que este 2025 la asociación celebra 30 años de aquel momento en que un grupo de padres se unieron para atender a las familias de los niños con cáncer infantil y que dejaran, por ejemplo, de dormir «en un coche» cuando había tratamientos. La celebración arranca el sábado, con la presentación del logotipo y la lectura del manifiesto en la plaza Mayor, a la que se sumarán iniciativas durante todo el año, hasta el 15 de febrero de 2026. 

«Me gustaría decirles a los padres que no están solos, que hay luz al final del túnel, pero sé que cada caso es único», indica Martínez, al reflexionar sobre quienes aún padecen la enfermedad. Su idea es «seguir dando visibilidad, para que no se deje nunca de investigar y mejorar la atención que reciben» los pacientes.

Con 18 años afirma que «nada está garantizado», una lección aprendida tras el cáncer infantil. «Sé que luchar con una sonrisa es la mejor decisión que podemos tomar y que disfrutar lo que tenemos hoy es esencial», indica, resaltando «el optimismo» y «la gratitud» que le enseñó esta enfermedad.