La berrea ya se escucha en el Parque Nacional de Cabañeros. Y lo hace desde la semana del 11 de septiembre, cuando las lluvias y la caída de temperaturas marcaron el comienzo de la época de reproducción del ciervo. Un año más, Cabañeros abre sus puertas para poder disfrutar del momento, convirtiéndose así en uno de los lugares de España donde mejor se puede observar este espectáculo de la naturaleza.
Para la comarca de Cabañeros, la berrea es una de las temporadas más esperadas, sobre todo para el sector turístico. Y los datos lo confirman: el «buen ritmo» de las reservas llevan a estar casi al completo durante los tres próximos fines de semana, hasta principios de octubre, que es cuando la berrea dará sus últimos coletazos. Jesús Pozuelo es uno de los responsables de Visita Cabañeros, empresa gestora de las rutas en 4x4. En declaraciones a La Tribuna, asegura que aunque aún hay plazas disponibles para los días centrales, los fines de semana están a punto de colgar el cartel de completo, lo que demuestra que «Cabañeros es un escenario único para la berrea».
Esa demanda lleva al optimismo frente a la incertidumbre de cómo iba a afectar la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en la mortandad de los ciervos y, por lo tanto, en la llegada de turistas. De momento, en la zona en la que se observan los animales, «hay superpoblación» y «su número sigue siendo muy alto en la raña», asegura Pozuelo, quien insiste, además, que «los ciervos están bien, sanos y con fuerza para hacer una buena berrea». Factores, insiste, que demuestran que la berrea en el Parque Nacional de Cabañeros «es la mejor de toda España». «No se observa tanto animal junto y berreando con tanta intensidad y tan fáciles de observar como en Cabañeros», argumenta.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo de Horcajo de los Montes (Hortur), Mariano Gómez, también muestra su satisfacción en relación con la ocupación hotelera. Propietario, además del camping Mirador Cabañeros, en el que se ofrece bungalows y parcelas, asegura que la ocupación en la zona de los primeros alcanza ya el 90% para los próximos fines de semana, mientras para la las segundas está en torno a un 30 por ciento, aunque «en la acampada siempre hay que tener en cuenta las reservas de última hora». En los días centrales de la semana apenas llega al diez por ciento, siendo principalmente turistas procedentes de Holanda, Inglaterra y Francia «atraídos por un lugar tranquilo, en pleno parque nacional, donde poder descansar».
Con estos datos encima de la mesa, Gómez señala que el reto ahora es llegar a los datos que se registraron en 2018, cuando se alcanzó un gran pico de turistas. «Fue un año bastante bueno turísticamente hablando», añade Pozuelo en un parque, el de Cabañeros, que «va para atrás en los últimos 25 años y cada vez son menos los turistas que lo visitan». Por ello, pide un cambio en el sistema de uso público que conlleve poder observar los animales de «forma más accesible y asequible» mediante la instalación de observatorios, ya que a la raña, lamenta, solo se puede entrar en vehículos de 4x4 y con plazas limitadas (200 personas al día). Asimismo, recordó también que Cabañeros es el único parque de toda España, junto al de Las Tablas de Daimiel, que «aún no se han transferido las competencias desde el Gobierno nacional al autonómico», y eso, añade, influye en que «no se promocione adecuadamente».
El presidente de la Asociación Ecoturismo de Cabañeros, Eladio Gómez, comparte también la opinión de sus compañeros y asegura que la berrea se presenta con «buenos datos» en relación con las reservas de una temporada «alta» que se recibe con «alegría y mucho ánimo» por parte del sector turístico de la zona. «La situación empresarial, en términos generales, se mantiene. Se han cerrado negocios, pero también es cierto que se han abierto otros», argumenta para señalar después un lunar: la oferta en restauración «sigue siendo floja» mientras en ocupación existe ya una gran oferta para «alojar a todo tipo de turistas», concluye.