«El 90% de los edificios que se construyen en Ciudad Real son de fachada que es incombustible», por ejemplo, se utiliza ladrillo visto, o placas de cerámica o enfoscados, por lo que es muy difícil que un incendio como el de Valencia se pueda dar en la provincia. Además, un segundo aspecto es que el edificio de viviendas más alto tiene 13 plantas y la fachada es de cerámica. Quien aporta esta visión de los edificios ciudadrealeños son los encargados de un área pionera en la prevención de incendios de España, como es el de inspección del Servicio contra Incendios y Salvamento. Dos inspectores, Eugenio Alcaide y Manuel González, y un jefe de inspección, Santiago Salinas, conforman este servicio, aunque puede sumarse otro inspector, en próximas fechas, anunció el presidente del SCIS, Julián Triguero.
«Indudablemente que, en los edificios y locales protegidos que están cumpliendo con la normativa, un incendio no va a pasar de un sitio a otro», explicó el jefe de inspección, al recordar que en Ciudad Real hay muchos conatos o, incluso incendios graves, que no han llegado a más. «A eso también hay que sumar el servicio que tenemos de intervención, con un servicio de bomberos muy repartido por la provincia y con un tiempo de respuesta muy corto». «La prevención es muy importante para que no haya grandes incendios», comentaron, junto con un «sistema constructivo en Ciudad Real» donde no hay edificios altos.
A este servicio de inspección llegan los informes que los ayuntamientos deciden enviar al SCIS. Son los consistorios los que tienen las competencias en urbanismo y los que deben revisar que cada proyecto cumple con la normativa actual y el código técnico de edificación, donde se recogen la norma de protección contra incendios. Las áreas de urbanismo tienen técnicos y el SCIS se encarga de esa revisión cuando se la piden. «El ayuntamiento nos remite un ejemplar del proyecto, el cual pasa a inspección, donde se inspecciona con la normativa vigente». Si cumple «se emite un informe favorable» y, una vez terminadas la obra, se visita. «Esta doble inspección de documentación y de obra terminada se hace en muy pocos sitios, Ciudad Real provincia tiene el privilegio de contar con un Servicio contra Incendios que sí lo hace y una vez se cumplen estos dos puntos se tiene la tranquilidad de que el edificio cumple con la normativa de protección contra incendios», señaló el jefe de Inspección.
Altura, fachadas y prevención claves frente a grandes incendioEn ese código técnico se apuntan claves como el tipo de material a emplear, como el de las fachadas, donde se observan «tres aspectos fundamentales» para cada material empleado en una obra, como son la combustibilidad, la emisión de humos y la emisión de gotas inflamables. La clasificación llegó en 2006, antes de la construcción del edificio de Valencia. Este dato es clave para saber si se incendió tendrá impacto en la futura normativa. «Al ser un edificio que se construyó con una normativa ya obsoleta, no es lo mismo», indicaron los inspectores. Con todo, recordaron que hay que esperar a las conclusiones del estudio para saber otros aspectos, porque el de Valencia es un fuego casi único por sus características.
Con todo, los inspectores apuntaron que habrá propietarios que quieran revisar su edificio, por ejemplo, los que tengan una fachada similar. De hecho, el portavoz del equipo de Gobierno en Ciudad Real, Guillermo Arroyo, ayer avanzó que «desde la Concejalía de Urbanismo han tomado nota para si es necesario llevar a cabo algún tipo de inspección o al menos controlar este asunto».