El verano es una buena oportunidad para disfrutar de nuevas gastronomías en los viajes o también para exportar algunas costumbres a las ciudades donde se viaja. Esto es lo que pensó Belén García Castro, una de las propietarias del mesón Octavio de Ciudad Real, quien casada como está con un asturiano, lanzó una idea en la parroquia, la pedanía, donde se hospeda en Asturias para acercar la gastronomía de primer nivel de su restaurante, reflejada en las guías Michelín y Repsol, y hacerlo con un formato solidario.
La suya es una propuesta pequeña, pero de las que crean escuela, ya que se hizo con el objetivo de acercar productos muy de La Mancha y de Ciudad Real, a una pequeña población que se ha lanzado ya a pedir que se repita la experiencia el próximo año, pero también a visitar La Mancha, por uno de sus «grandes atractivos», en opinión de García Castro, como es «la gastronomía».
Belén lleva doce años viajando a Asturias en verano, en concreto a Coaña, uno de los concejos más grandes y donde tiene una casita en una de sus parroquias. En estos viajes le propuso a la alcaldesa de Coaña, Rosana González, celebrar este evento y, a partir de ahí, se puso en marcha una maquinaria en la que también ha participado María Amores, de Montes Nortes, y tuvieron el apoyo de Bodegas Castiblanque y varios negocios de la zona, así como Juan Jesús y Joaquín, del grupo de la zona 'Son de Dos', que cantaron tonadas asturianas.
«Nuestra expectativa era que se llenara, porque se trataba de una cata solidaria», lo recaudado, 580 euros, se destinará a Gandulín, una asociación destinada al apoyo de menores con diversidad funcional. Para lograrlo, García comentó que pensó en cambiar vinos por aceites de calidad de la provincia, como es el de Montes Nortes, ya que por «desconocimiento», se podría generar cierta expectativa en la población, para que acudiera a «ver qué pasa» en una cata de este tipo, en la que aprendieron a calentar el aceite y catarlo bebido. «En menos de día y medio se vendieron las 50 entradas» y hubo una lista de reserva.
Al aceite se sumó el airén, también de Montes Norte, y un tinto cencibel, llevando a este concejo asturiano las uvas más características de La Mancha. Carlos Maribona, crítico gastronómico de ABC, puso el broche a la velada, presente en la gala, y señalando que «es de libro», el blanco de Montes Norte, explicó Belén García, mientras alababa el escabeche y el asadillo, platos de la gastronomía manchega, que acompañaron a los caldos y el aceite. «El broche de oro lo pusimos con el cencibel, que creo que es el alma de La Mancha, y lo maridamos con un dulce típico de Asturias que se llama la venera», concluyó.
«Las expectativas eran que la cata durara unas dos horas, pero al final nos fuimos a las tres porque la gente solo quería agradecer el estar aquí», explicó Belén García, quien ya habla de que el año se pueda organizar otra para cien personas, en vez de 50, mientras la alcaldesa avanzó que se podía fletar un autobús para visitar tierras manchegas. Por parte de la bodega se sortearon tres visitas, por lo que ya hay tres visitas aseguradas a la provincia fruto de esta iniciativa.
«Esto es llevar el alma de La Mancha a Asturias, de una manera muy familiar», señaló la propietaria del mesón Octavio, a modo de resumen de lo acontecido.