La séptima edición del ciclo Flamenco Real en el Teatro Real de Madrid tiene entre sus protagonistas a Ricardo Fernández del Moral, un cantaor y guitarrista que ha hecho de este escenario un lugar habitual en su trayectoria. Hoy volvió a pisar sus tablas con su espectáculo Esencias, en la vuelta al teatro más emblemático con la responsabilidad de estar a la altura de un público exigente. «Estamos en el templo más importante de la música en España», comentaba horas antes de subir al escenario, subrayando la trascendencia de la actuación. A lo largo de los años, ha pisado este escenario en diversas ocasiones, ya sea como solista, como parte de una compañía o en calidad de artista invitado. «Siempre que voy allí la exigencia es máxima. Estamos en una plaza de primera y la presión es importante, pero también se viven momentos inolvidables», añade.
Esencias es un homenaje al flamenco en su estado más puro, con un repertorio que recorre los palos fundamentales de este arte, desde la soleá hasta los cantes por farrucas o alegrías. Pero su propuesta va más allá de la música: integra la poesía de Federico García Lorca, con algunos de sus poemas musicalizados por él, y otros que ya se han convertido en canción popular, como Verde que te quiero verde. También explora la esencia de Don Quijote, a través de la musicalización del poema 'Vencidos' de León Felipe. «Este espectáculo aúna el flamenco clásico y tradicional con creaciones propias, en las que traigo a la escena parte de la cultura más importante de España», explica.
La bailaora Belén López (Tarragona, 1986) acompaña a Ricardo en esta puesta en escena, aportando su dominio y presencia arrolladora en el baile flamenco: «Es un portento de arte y técnica, la maestra del baile flamenco actual, y tiene todo lo necesario elevado a la máxima potencia para transmitir con el baile», elogia el cantaor. En las palmas, Kiko Martín y Juan Carlos Gil refuerzan el ritmo y la intensidad de cada interpretación, creando un espectáculo que respira autenticidad y fuerza.
preparación. Cada actuación en el Teatro Real requiere una preparación meticulosa. Fernández del Moral sigue una rutina que le permite rendir al máximo sobre el escenario. «Lo más importante es dormir bien, porque la voz necesita estar descansada. También evito salir de casa en los días previos, para estar tranquilo», revela. En las horas largas que hay antes del concierto, hacen las pruebas de sonido y ensayos minuciosos, asegurando que cada detalle esté bajo control. «Me tomo un café y realizo ejercicios de calentamiento para la voz y la guitarra. Esos primeros instantes cuando sales al escenario son los más difíciles, pero una vez que arrancas, todo fluye», dice con seguridad.
Una oda a la esencia del flamenco en el Teatro Real - Foto: Juan LazaroDesde su debut en el Teatro Real, ha vivido momentos que han marcado su carrera. «La primera vez que actué aquí fue extraordinaria. Recuerdo los nervios, la emoción y el respeto por el lugar. Ahora, aunque la exigencia sigue siendo la misma, disfruto de cada actuación», confiesa. Para él, el crecimiento como artista se mide en la capacidad de superar los desafíos que la vida le plantea. «Nunca me he marcado objetivos concretos ni una meta específica, porque la vida me ha ido poniendo retos, y mi única responsabilidad ha sido estar a la altura de cada uno», relata.
En Esencias, el público del Teatro Real se encuentra con un espectáculo que respira tradición y contemporaneidad. Además del repertorio flamenco, incluye versiones de canciones populares llevadas al terreno del flamenco, como coplas, boleros y rancheras, demostrando la versatilidad del género y la capacidad de Fernández del Moral para adaptarlo con elegancia y respeto. «Nos gusta llevarnos al terreno flamenco canciones que el público conoce. Es una forma de hacer cultura popular», explica.
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Una oda a la esencia del flamenco en el Teatro Real - Foto: Juan Lazaro
Una oda a la esencia del flamenco en el Teatro Real - Foto: Juan Lazaro
Una oda a la esencia del flamenco en el Teatro Real - Foto: Juan Lazaro
Una oda a la esencia del flamenco en el Teatro Real - Foto: Juan Lazaro
La puesta en escena de Esencias en el Teatro Real sucede en un momento clave en la carrera del artista, después de una gira de varios meses por Estados Unidos a finales del año pasado. Para Fernández del Moral, cada actuación es una oportunidad para conectar con el público y transmitir la esencia del flamenco. A medida que avanza, el espectáculo se convierte en un viaje por la historia y el alma del flamenco. Las luces del Teatro Real se atenúan, la guitarra resuena y la voz de Fernández del Moral se hace grande en las tablas. Belén López, con su despliegue de técnica y pasión, completa el cuadro con un baile que conmueve y «hace sentir vibraciones al público», dice el cantaor, que añade «el flamenco no se explica, se siente».