«Si jugar te hace olvidar a tus amigos, mentir a tu familia o dejar de estudiar… puedes tener un problema de adicción». Con mensajes de este tipo la Junta quiere prevenir de los riesgos del juego a la población más joven. Se calcula que en Castilla-La Mancha el 55 por ciento de sus habitantes juega y que un 15 por ciento de quien lo hace tiene menos de 35 años. El problema está en los casos en los que ese juego termina transformándose en ludopatía y acaba arruinando la vida de una persona.
Por eso el Gobierno regional ha presentado una campaña de prevención de esta adicción y de fomento del juego responsable. Lo hará a través de los medios de comunicación y de las redes sociales. Pero además hay una parte que se desarrollará directamente en las aulas, con la formación específica para los profesores de los chicos de Secundaria y Primero de Bachillerato. «Nos vamos a centrar en la población adolescente, que son los que tienen mayor riesgo de desarrollar problemas con el juego», explica el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que es el que tiene las competencias en juego.
Detalla que se dará una formación de cincuenta horas. «Se pretende que el personal docente adquiera conocimientos teóricos sobre la práctica de juego y que aprendan habilidades prácticas para trasladar esos conocimientos en los centros», apunta. No solo se trata de que sean capaces de concienciar a los jóvenes de los riesgos, sino que incluso puedan «detectar quiénes pudieran tener un problema de adicción».
Por eso los docentes conocerán cuáles son los distintos tipos de juego que se oferta a los más jóvenes o «los procesos psicológicos relacionados con sus prácticas», los trastornos que pueden provocar y sus síntomas. La formación se dará de septiembre a marzo.
Todas estas medidas están avaladas por el Observatorio del Juego Responsable. La acción formativa correrá a cargo del doctor Juan Francisco Navas.
Suspensión de licencias. No es esta la primera batalla que se ha dado por parte de la Junta contra la adicción al juego y sobre todo contra la proliferación de locales. Se modificó la normativa para poner una distancia mínima entre estos establecimientos y centros educativos u otros locales de juego. También se acordó una suspensión de nuevas autorizaciones hasta 2027 y se ha limitado el número de nuevas máquinas tragaperras. Estas medidas están teniendo su efecto disuasorio. «Hemos sido capaces de reducir un 14 por ciento el número de establecimientos», expuso el consejero.
También se da la posibilidad a los municipios de declarar zonas saturadas para impedir la apertura de nuevos locales. Ruiz Molina señala que es una medida de cara a futuro, cuando se puedan volver a pedir nuevas autorizaciones tras la moratoria que hay ahora en vigor.