Camila pasa su baja por agotamiento cazando en la provincia

La Tribuna
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La reina consorte del Reino Unido, Camila de Cornualles, pasó por Ciudad Real, por la finca La Garganta "para cazar perdices" durante unos días de descanso, aunque finalmente "no pudo ir de cacería por las condiciones climatológicas"

Camila pasa su baja por agotamiento cazando en la provincia - Foto: DAVID CLIFF

La reina consorte del Reino Unido, Camila de Cornualles, pasó por Ciudad Real, "para cazar perdices" durante unos días de descanso, aunque finalmente "no pudo ir de cacería por las condiciones climatológicas, especialmente por los fuertes vientos. Pero ha estado probando gastronomía de la tierra". Esa es la información que ofrecía ayer el programa TardeAR de Telecinco, que indicaba que la reina pasó por Ciudad Real "para cazar perdices" durante unos días de descanso, aunque finalmente "no pudo ir de cacería por las condiciones climatológicas, especialmente por los fuertes vientos. 

Como destino se baraja la finca la Garganta, ubicada en el término municipal de Almodóvar del Campo, propiedad de Hugh Grosvener, duque de Westminster y donde "van grandes personajes del mundo que les gusta la caza", según TardeAR. La reina Camila habría tomado en Ciudad Real unos días de descanso tras las últimas informaciones aparecidas sobre la salud de la familia real: el cáncer detectado al rey Carlos III y la lenta recuperación de Kate Middleton de la operación a la que fue sometida.   

"Camila, exhausta, se tuvo que coger la semana pasada unas vacaciones. Hoy aparecía porque tenía en la Commonwealth una cita religiosa en la que iba a sustituir a su marido y le acompañaba Guillermo", comenzaba diciendo al resto de colaboradores de TardeAR. 

La finca La Garganta es conocida en la provincia como lugar de paso de miembros de la realeza europea. Uno de ellos, Juan Carlos de Borbón. Precisamente fue en esta finca donde dicen que en 2004 coincidió con Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien le ha llevado a la situación en la que se encuentra, en un exilio forzado. También los príncipes Guillermo y Harry, hijos de Carlos III, han visitado en alguna ocasión esta finca de 15.000 hectáreas, y que cuenta, entre otras instalaciones con un hospital de primeros auxilios y un helipuerto.