En CSIF no las tienen todas consigo de que el lío de Muface se vaya a arreglar. Por eso mantienen la huelga convocada para el 13 de febrero, con concentraciones en cada capital de provincia, para seguir metiendo presión al Gobierno de España. Ayer estuvo en Toledo el presidente nacional del sindicato, Miguel Borra, que avanza que ya van a comenzar la campañara por los centros para movilizar a los funcionarios mutualistas.
«Todavía no sabemos cuándo se va a reabrir el plazo para la prestación de las licitaciones ni sabemos en qué condiciones económicas lo van a hacer», se queja, «a fecha de 31 marzo se acaba la asistencia sanitaria y en CSIF seguimos recibiendo cientos y cientos de quejas por falta de asistencia, por la denegación de pruebas o el retraso de las mismas».
En Castilla-La Mancha serían 50.000 los afectados y Borra recuerda que aquí entran los agentes de la Policía Nacional, profesores o trabajadores de los ministerios. Hizo además especial hincapié en «miles y miles de jubilados que, después de haber estado trabajando para el Estado a lo largo de su vida laboral, se encuentran con dificultades para acceder a la asistencia sanitaria».
Desde CSIF avisan de que cargarse Muface lo que haría sería «generar más tensión en el sistema nacional de salud». «Hemos visto este virus de la gripe lo que ha supuesto a nivel de urgencias», comentó. Por eso no entiende que «por una cuestión política se quieren cargar un modelo que llevaba funcionando cinco décadas».