La preparadora física de la selección femenina de fútbol, Blanca Romero, natural de Manzanares, y otros diez miembros del cuerpo técnico han dimitido este sábado en repulsa del beso del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso y sus posteriores declaraciones en la Asamblea Extraordinaria, negándose a dimitir.

En un comunicado, que Romero ha difundido en la red social X (antes Twitter), los técnicos manifiestan su apoyo a Hermoso y expresan su "firme y rotunda condena" mostrada por Rubiales con la jugadora de la selección y campeona del Mundo.

Además, denuncian que el relato que el presidente de la RFEF ofreció ante el auditorio de Las Rozas "no refleja en modo alguno el sentido por la jugadora, quien ha manifestad expresamente que se sintió víctima de una agresión".

Además de la "incomodidad" que les produjo tener que asistir "obligatoriamente" a la Asamblea del 25 de agosto, prosigue la misiva, se produjo un hecho "especialmente hiriente" para el cuerpo técnico, ya que "a varias de las integrantes femeninas del staff técnico se les obligó a colocarse en primera fila, exponiendo su imagen e intentando dar a entender a la sociedad y jugadoras, que compartían las tesis del presidente de la RFEF".

Por ello, los firmantes, ante las "inaceptables" actitudes y manifestaciones realizadas por el máximo dirigente de la Federación, han tomado la decisión "de poner sus cargos a disposición de la misma" y apoyan el comunicado publicado por las jugadoras.

Por último, estos once miembros del equipo técnico asumen "la parte de responsabilidad que nos toca respecto a la reestructuración y profesionalización de la selección femenina", una labor por la que han trabajado "con la mayor de las motivaciones y profesionalidad".