Miles de personas salieron ayer a la calle a protestar contra el Gobierno en varias ciudades de Cuba, entre ellas en el pueblo de San Antonio de los Baños (Artemisa, oeste), donde se encontraba el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, al grito de «¡Abajo la dictadura!», «Libertad» y «Patria y vida».

La inédita movilización, que seguía al cierre de esta edición mientras continuaba uniéndose gente, tiene lugar en medio de una grave crisis económica y sanitaria en el territorio caribeño, donde se sufre una preocupante falta de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

«La gente empezó a gritar, hay apagones horribles, de seis horas, esto no para, y es todos los días. Empezaron a caminar, muy pacíficos, lo único que hacían era gritar. Había mucha gente joven», apuntó una vecina de la localidad.

Paralelamente, en La Habana se congregó una veintena de jóvenes bajo la proclama de «¡Cuba sufre!» y al grito de «Libertad» y «¡Cuba libre!», a la que horas después se unió algo más de un centenar de ciudadanos, ante una fuerte presencia de agentes de la Seguridad del Estado, que acabaron protagonizando enfrentamientos violentos que terminaron con arrestos. 

Aunque las movilizaciones comenzaron de forma pacífica, las Fuerzas de Seguridad y brigadas de partidarios del Gobierno intentaron aplacarlas, instigados por el propio Díaz-Canel, quien compareció en la televisión para hacer un llamamiento a la población a salir a las calles para «defender la revolución». «La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios», indicó. «No vamos a entregar la soberanía de nuestra patria», remachó.

El mandatario destacó que ya se había avisado de «las complejidades de los momentos actuales». «Les recuerdo que hace más de un año y medio cuando se iniciaba el segundo semestre de 2019 tuvimos que explicar que íbamos a una coyuntura difícil», indicó, al tiempo que responsabilizó de la situación al Gobierno de Estados Unidos, «encabezado por la administración (de Donald) Trump».

Así, se refirió al «recrudecimiento del bloqueo con el objetivo de asfixiar nuestra economía y que eso provocara el anhelado estallido social masivo» y apuntó a «acciones de desestabilización política» contra Cuba obra de EEUU y que se habrían intensificado particularmente durante la pandemia.

Medios opositores informaron de un «levantamiento popular» en el que «miles de cubanos se lanzaron a la calle», mientras desde el exilio celebraron que «llegó el día que se levantó el pueblo» y pidieron ayuda internacional para «evitar un baño de sangre».