Rafael Ubaldo Gosálvez Rey ha señalado que es de tal magnitud esta situación "que no se puede esperar ni un año más a tomar medidas".
"Tras 30 años de inacción política de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, el tiempo se ha acabado y las reducciones coyunturales en la dotación de agua para riego es manifiestamente insuficiente en el contexto actual", ha advertido.
Según este experto, la sobreactuación continuada en las tres últimas décadas de las patronales agrarias, que a su juicio se ha evidenciado este jueves "con una manifestación insolidaria contra una medida insuficiente y coyuntural de recorte de las dotaciones de agua para riegos planteada por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, solo puede calificarse de auténtica rebelión contra la autoridad legítima del Estado español".
Y ha considerado que la Confederación del Guadiana "está defendiendo el interés de toda la ciudadanía y no solo de unos pocos privilegiados, los lobbistas de la agricultura, que generan pan para hoy y hambre para mañana".
Gosálvez ha señalado que tomando prestadas las palabras de la activista climática Greta Thunberg, "se debe interpelar de forma indignada a las patronales agrarias advirtiéndoles de 'cómo os atrevéis' de hacer esto", a la vez que ha acusado a los políticos "de traicionar a las generaciones más jóvenes por su incapacidad para limitar la sobreexplotación de los acuíferos de la cuenca alta del río Guadiana".
También ha señalado que frente a la petición de un análisis "veraz" de los acuíferos del Alto Guadiana que hacen las organizaciones agrarias, "se puede contestar con contundencia diciéndoles que miren la situación de los Ojos del Guadiana, del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y del propio cauce del río aguas abajo del mismo".
"Hace unos años las patronales agrarias podían ser redimidas por desconocimiento del funcionamiento de las aguas subterráneas y de sus interrelaciones con humedales y aguas superficiales, pero hoy demuestran que son tan solo unos 'negacionistas trumpianos' que solo atienden a defender los intereses privilegiados de una agroindustria insostenible e insolidaria que ha perpetrado un auténtico ecocidio en el Guadiana".
Además, ha negado la necesidad de más estudios veraces y rigurosos sobre la disponibilidad de las aguas subterráneas en el Alto Guadiana, pues en paralelo a la falta de agua "se han escrito ríos y ríos de tinta" sobre la problemática de los humedales y acuíferos de la llanura manchega en los últimos 30 años.
Al respecto, ha subrayado que "desde geógrafos a ingenieros de caminos, desde economistas a sociólogos, desde ecólogos a hidrogeólogos, todos coinciden en la base del problema: la sobreexplotación de las aguas para una agricultura insostenible e insolidaria".
Ha citado también los datos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que advertían en noviembre de 2018 que si se tomaba como referencia el año 1980, el descenso del nivel freático en estas masas de agua era de 9 metros de promedio de descenso que ha supuesto la esquilmación de 1.125 hectómetros cúbicos de agua.
En su informe el IGME además ponía de manifiesto que la recuperación del sistema hidrológico no se puede confiar únicamente a la aparición de esporádicos períodos húmedos, pues su escasa duración temporal no permite una recuperación completa de las aguas subterráneas, ha recordado.
Gosálbez ha añadido que "estos datos aún son más concluyentes en el último estudio del IGME", que reflejan que en las masas de agua centrales del Alto Guadiana, entre marzo y septiembre de 2019, se ha producido un descenso medio de 3,3 metros de los acuíferos, lo que equivale a unas extracciones aproximadas de 418 hectómetros cúbicos en este periodo. EFE