La parroquia de Santiago cerraba sus puertas el pasado lunes con motivo de la mejora del suelo que se anunció el pasado mes de septiembre. Y todo apunta a que podrían permanecer así hasta principios de abril si se cumplen las previsiones, que hablan de un mes y medio de trabajo. Esos son los cálculos del párroco de este templo, Isidro Martín-Consuegra. Un cálculo que habría que hacer tomando como punto de partida la jornada de ayer, que fue cuando comenzaron las obras dentro del templo tras el traslado del mobiliario, o mejor dicho, «una fase previa de las mismas para conocer las dimensiones reales del proyecto», como explicaron desde la empresa encargada de la obra.
Cinco meses después de lo previsto llegan estas obras que cierran el templo al público, sobre todo, para cambiar el solado de esta parroquia «que se encontraba en muy mal estado», resume Martín-Consuegra, quien ya explicó que la razón de su mal estado era que se habían utilizado «baldosas de tierra mal cocida y que éstas se estaban desmoronando». Ayer, pasadas las 18.00 horas, la mayoría de esas baldosas ya habían desaparecido dejando al descubierto un pasado de suelos cerámicos viejos y tramos de cemento, bajo el que se escondían otras sorpresas, «como el mal estado de los tubos del sistema de calefacción, que habrá que cambiar», dijo Martín-Consuegra, quien explicó que era algo que sabían que se podían encontrar.
El proyecto, de hecho, ya contemplaba que una vez levantado el suelo se interviniera en las infraestructuras del templo después de tres décadas sin cambiar, lo que implicaría no sólo el sistema de calefacción, también las instalaciones eléctricas y las tuberías, como ya explicó en su día el delegado diocesano de obras, Rafael Melgar, quien también apuntó que se realizarían trabajos en las en la fachada y en el tejado.
obras de la iglesia de Santiago de Ciudad real - Foto: Fotos Rueda VillaverdeA la puerta del templo, Manuel Villar Astillero, encargado de obra de Daimiel Obras y Servicios, confirmaba a La Tribuna que están en la «fase previa» del proyecto, una «cata del suelo» en la que se estudia «el material que se va a necesitar», y que ha servido para poner sobre la mesa la necesidad de hacer otros cambios como el del sistema central de calefacción.
Las obras de Santiago obligan a cerrar durante un mes y medio las puertas del templo más antiguo de Ciudad Real, pero no su culto que se sigue y seguirá oficiando, como explicó Martín-Consuegra, en la capilla del Colegio San José.
Más fotos: