Desde septiembre no se ve correr agua por el canal del Tajo-Segura. No se debe a ninguna política medioambiental, sino a que están en obras en los embalses y tomas de las que parte el canal. Se cumplen por tanto cinco meses desde los que no sale agua de la cabecera del Tajo hacia el Levante, lo que no quiere decir que no se hayan seguido aprobando trasvases. Se han continuado autorizando, pero por las obras de reparación ningún metro cúbico se ha sacado de Entrepeñas y Buendia para llevar al Segura.
Eso se ha notado en las reservas de los embalses de la cabecera del Tajo. El primer registro de septiembre daba un total de 607 hectómetros cúbicos entre los dos pantanos, mientras que el primero de febrero llega a los 698,7. En cinco meses han ganado más de 90 hectómetros ylas reservas han crecido un 15%.
Fue en abril cuando se detectaron las fugas en el embalse de La Bujeda, que queda algo más abajo de Entrepeñas y Buendía, y que forma parte de la estructura del canal. Sin embargo las obras de reparación comenzaron en septiembre. Ese mes ya no se aprobó ningún trasvase porque no se pueden dejar pendientes envíos de agua de un año hidrológico al siguiente y justo el año hidrológico comienza el 1 de octubre. A pesar de que no hubo trasvase, en ese mes de septiembre los embalses bajaron once hectómetros cúbicos.
En octubre sí se aprobó un trasvase. La Comisión de Explotación pidió el máximo estando los embalses de cabecera en situación hidrológica excepcional:20 hectómetros cúbicos. Sin embargo el Ministerio lo rebajó a 13 hectómetros. Nada salió ese mes de los embalses pues el canal seguía en obras y la cabecera terminó el mes con el mismo volumen de agua que lo empezó.
En noviembre se repitió la misma historia. La Comisión de Explotación pidió 20 y el Ministerio concedió 13. Tampoco se pudieron enviar y ese mes la cabecera terminó subiendo cuatro hectómetros.
En diciembre el Ministerio fue más generoso con el Levante y aprobó un trasvase de hasta 17 hectómetros, que de nuevo se quedaron en la lista de pendientes por estar el canal reparándose. El último mes del año las reservas subieron 14 hectómetros cúbicos. Por último, en este mes de enero se han concedido otros 17 hectómetros. El acueducto sigue cerrado cinco meses después y con la ayuda de Filomena, han subido las reservas en 84 hectómetros.
Los embalses entran en febrero subiendo a nivel 2 y se abre la veda a trasvases de 38 Hm3
Los embalses de la cabecera del han entrado en febrero cambiando de nivel. El primer registro del mes que se puede comprobar en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Tajo indica que Entrepeñas y Buendía tenían 698,77 hectómetros cúbicos. Se reparten casi por igual, pues Entrepeñas suma 350,58 y Buendía 348,39.
La Comisión de Explotación del Tajo-Segura se basa en las reservas que hay el primer día del mes para establecer el nivel en el que se encuentra la cabecera. Pero esos 698,77 hectómetros cúbicos no son el dato real, puesto que hay que restarles 60 hectómetros de trasvases que están pendientes de enviar desde octubre. Esa agua está en los embalses, pero se sacará de Entrepeñas y Buendía cuando se terminen las obras de reparación.
Quitando esos 60 hectómetros de trasvases ya aprobados, en la cabecera hay este mes 638,77. La cifra supera la barrera entre nivel 3 (de situación hidrológica excepcional) y nivel 2 de las reglas de explotación del trasvase para este mes de febrero. Esa barrera va variando mes a mes y en el segundo del año está en 597, una cifra que supera Entrepeñas y Buendía.
Al pasar de nivel 3 al nivel 2, también se aumentan los volúmenes que se pueden trasvasar mes a mes, pasando de los 20 hectómetros cúbicos de máximo en nivel 3 a los 38 que se podrán aprobar ahora. La historia se podría repetir calcada al pasado año, cuando también el canal estuvo meses cerrado y en marzo subió de nivel y se fueron aprobando trasvases mensuales de 38 hectómetros hasta que la cabecera volvió a caer de nivel en agosto. Desde entonces ha estado en situación hidrológica excepcional.