El consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero, informó hace poco más de una semana de que el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel sólo mantenía inundadas 98 hectáreas a finales de julio, el 5,6% de la superficie total. Una cifra que volvió a descender en agosto debido a la ausencia de precipitaciones y a la evaporación de agua por las altas temperaturas, dejando al humedal manchego con apenas 50 hectáreas encharcadas, tal y como confirmó a La Tribuna el presidente del Patronato, Esteban Esquinas, que avanzó la posibilidad de volver a activar los pozos de emergencia. Un extremo que confirmaron también a este diario fuentes de la Consejería de Desarrollo Sostenible, aunque precisaron que esta medida, recogida en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del parque nacional, se llevaría a cabo «cuando la evaporación haga eficiente el bombeo de agua». Apuntan que el seguimiento por parte de la Administración regional es diario y que el director general de Medio Natural y Biodiversidad, Félix Romero, que es también el presidente de la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, está en «permanente contacto» tanto con el Ministerio para la Transición Ecológica como con la dirección del humedal.

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A pesar de la situación crítica por la que atraviesa el parque nacional ciudadrealeño, el presidente del Patronato de Las Tablas aseguró que «el riesgo de incendio de turbas sigue siendo nulo», gracias a los 3,5 hectómetros cúbicos de agua aportados en primavera desde los pozos de emergencia. El bombeo comenzó el 16 de marzo y aunque estaba previsto que se prolongara hasta el 20 de mayo, finalmente se decidió que cesara el 27 de abril. La Comisión Mixta de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha había autorizado bombear, antes el verano, el 50% del volumen anual disponible, que se eleva a 11,5 hectómetros cúbicos. Recordó que el pasado mes de febrero, el Patronato de Las Tablas, que se volverá a reunir a finales de septiembre o principios de octubre, aprobó «casi por unanimidad» la solicitud de un trasvase de 20 hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo para mantener el caudal ecológico y mejorar la situación ambiental del humedal manchego. Una petición que recogió la Comisión Mixta y trasladó sin éxito a la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, «que priorizó, sin embargo, los trasvases a Murcia tanto para consumo humano como para regadío», remarcó Esquinas. Si las lluvias no hacen acto de presencia en las próximas semanas, insistió Esteban Esquinas, será necesario bombear agua de los pozos de emergencia, especialmente por el daño ambiental que está provocando la sequía en el ecosistema del parque, en su flora y fauna. Una situación que, sumada a la pandemia, ha provocado un descenso considerable de las visitas a Las Tablas.