¡Siempre me ha gustado pintar! Cuando era niña siempre estaba pintando y aún conservo algunos de esos trabajos. Después, con los años, fui olvidándome de pintar, hasta que conocí a una pintora de Ciudad Real, Irene, que me devolvió la ilusión por coger un pincel, un lapicero y reencontrar este mundo tan maravilloso y complicado que es la pintura. De eso hace unos 25 años y, desde entonces, no he dejado de hacer cursos, leer, visitar exposiciones y pintar. No siempre con la misma intensidad como es lógico, pero siempre ha estado ahí esa forma de expresividad que todos tenemos de manera innata y que una vez que es parte de nuestra vida es difícil dejar.

He realizado algunas exposiciones, aunque siempre en ámbitos privados, así que esta exposición en la Biblioteca Pública de Ciudad Real será la primera en un ámbito institucional, pero no será la última.

Para mí es importante la parte técnica, me preocupa el tema de la composición, disfruto con los colores y empiezo utilizando los pinceles y acabo con los dedos. Busco la expresividad, pero de una manera controlada y armónica. Me importa el principio de una obra, intento disfrutar en el camino y analizo el final para saber cuándo puede estar “terminada”, aunque ya se sabe que un cuadro nunca lo está.

Como cualquier pintor o pintora, he ido variando la forma de pintar a medida que he ido aprendiendo o cuando han cambiado mis intereses y motivaciones. En estos momentos, busco la simplicidad, aunque no siempre lo consigo. Me interesa un resultado con armonía más que el parecido con la realidad. Parto de la idea que puedo tener de una cosa o de un paisaje y lo voy transformando. A veces es muy fácil el camino, pero otras, la mayoría de las veces, se complica… pero para eso está el camino, para aprender y avanzar.

María Rosario Yunta