El yacimiento arqueológico de La Motilla del Azuer sigue siendo uno de los principales atractivos de Daimiel. Constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha (2200-1300 a.C.), dentro de la tipología de las motillas, por lo que no es de extrañar que el Ayuntamiento y los arqueólogos centren sus miradas en él con el fin de reforzar un enclave que sitúa a la localidad como un referente del turismo de interior.
El pasado 8 de agosto volvieron las excavaciones al yacimiento y finalizaron el 20 del mismo mes. Tras dos intensas semanas de trabajo, el arqueólogo de Damiel Miguel Torres calificó la campaña de «satisfactoria» por los buenos resultados cosechados. Las labores, comenta, se centraron en el área exterior de la Motilla, «interviniendo en el sondeo, que ya se abrió el año pasado y en el que se han ido bajando los niveles, y en dos zonas en las que se ha identificado la aparición de enterramientos». De esta forma, la excavación ha permitido hallar restos de un individuo varón y fragmentos del cráneo de un niño. «Estamos muy contentos con los resultados y poder avanzar para definir La Motilla del Azuer», subraya el arqueólogo.
Hasta ahora, recuerda Torres, en el yacimiento de La Motilla se habían identificado un número «importante» de enterramientos en La Motilla, pero los últimos hallazgos son «muy relevantes para poder obtener información de cómo eran los habitantes de La Motilla». «Es cierto que se tenían detalles muy específicos, pero los resultados nos aportarán una información interesante para interpretar cómo eran», añade. Y es que, la fase de excavación se completa ahora con una fase de laboratorio y distintos análisis específicos sobre los prestigios encontrados que se extenderán hasta aproximadamente el mes de octubre.
Nuevos hallazgos en las excavaciones en La Motilla del Azuer En los trabajos de excavación han participado once alumnos en prácticas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Granada y Alcalá de Henares, además de dos técnicos. El proyecto, que ha seleccionado dentro del programa de investigación del patrimonio arqueológico convocado por el Gobierno regional, ha contado con una partida de 10.000 euros financiados a través de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Daimiel, que aporta el 51% de los fondos, a lo que se suman dos donaciones particulares.
Las excavaciones científicas en el yacimiento comenzaron en 1974, aunque con anterioridad el Instituto Laboral de Daimiel ya realizó algún tipo de actuación sobre el recinto, por lo que no es de extrañar que tras la finalización de esta campaña, Daimiel ponga ya su mirada en el año que viene, en el que espera que el programa vuelva a recaer en la localidad. De no ser así, apunta Torres, se trabajaría en buscar otras opciones. Hasta entonces, se llevarán a cabo actuaciones de mantenimiento y adecuación en un yacimiento visitable considerado «único» de la Edad del Bronce. Una de las motillas «más documentada y excavadas», por lo que gracias a esos trabajos se ha descubierto el «pozo más antiguo de la Península Ibérica», y que, sin duda, incide Torres, es el elemento más icónico del conjunto.