Como ya es habitual, cuando por fin el paso de la Virgen del Prado comenzó a caminar, los primeros fieles que salieron a alumbrar su recorrido por el centro de la ciudad ya estaban de regreso a la Catedral, depositando sus velas en los bidones dispuestos para recogerlas en la calle Reyes.
Una prueba del poder de convocatoria de la patrona de Ciudad Real, a cuyo eco acuden cada año miles de personas cada 15 de agosto.
Y mientras la Virgen del Prado, toda iluminada en su paso restaurado casi por completo recibía el saludo de la Agrupación Musical de Ciudad Real, que interpretaba el himno español, los que primeramente habían regresado ya tomaban posiciones para ver contemplar a la patrona de cerca.
La procesión de ayer fue también de novedades, como la presencia por primera como grupo único de la Corte de Honor, que se situó con su propio estandarte por delante de la Hermandad. La presidenta de la Corte, Celia Casado, reconoció a La Tribuna que no se había llegado a hacer recuento de las hermanas que acudieron a la llamada, aunque era evidente que faltaban muchas de las 1.400 que forman esta agrupación.
Por otro lado, muchos de los que habían acudido con la intención de acompañar a la Virgen en las filas del pueblo, no acababan de entender que había un grupo más y, por tanto, no podían esperar a que se formara el grupo de la Hermandad de la Virgen para situarse por delante de él. Casado espera que «salga mejor el año que viene, cuando la gente sepa que vamos a salir». En cualquier caso, el ánimo entre las que acudieron a la Catedral para hacer esta primera salida en grupo fue siempre colaborador.
Además de las miles de personas que salen para acompañar a la Virgen, hay otros muchos que se colocan en los laterales para contemplar a quienes desfilan. Sus miradas y sus comentarios se centran en el manto de la patrona (esta vez el del conde de la Cañada), la dulcinea y sus damas, que caminan algo por delante de las juntas directivas de la Hermandad y la Corte de Honor, los acólitos (ciriales y turiferarios) que acompañan el paso o las bandas de música (las de Calzada de Calatrava y Ciudad Real), así como en la participación del obispo Melgar, a quien acompañaban los sacerdotes del cabildo.
En la procesión también participó una representación del Cuerpo Nacional de Policía, así como varios concejales del Ayuntamiento, encabezados por la alcaldesa, Pilar Zamora.