La Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas Mancha Occidental I, que afecta al antiguo acuífero 23, ha reclamado tres medidas para dar solución a la problemática del Alto Guadiana. La primera es «que la tubería manchega se ponga en marcha lo antes posible para quitar presión al Alto Guadiana», ya que actualmente hay poblaciones, como Pedro Muñoz y Socuéllamos (las primeras que se beneficiarán del primer ramal) que se abastecen con agua de pozos y que pasarán a abastecerse con agua superficial del Tajo a través de esta conducción.
La segunda medida que reclaman desde esta masa de usuarios es la recarga del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel con una derivación anual de hasta 10 hectómetros cúbicos hasta que se registre de nuevo un ciclo de lluvias. «Hay que buscar una solución en el tiempo para salvaguardar el parque nacional hasta que lleguemos a un ciclo de lluvia», afirmó a este diario el presidente de la masa, Ángel Bellón, quien indicó que «para el Levante» sí está habiendo agua en cantidad para trasvasar.
La tercera petición es la relativa a las acumulaciones de derechos de riego, «juntar los pozos de una misma familia», lo que Bellón considera que tendrá ventajas en el ámbito socioeconómico.
Se trata de tres medidas que plantean tras expresar su rechazo ayer a las dotaciones de agua de riego que plantea la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y que, a pesar del descenso de las reservas de agua del acuífero, se mantienen para el año que viene. Esto es, el organismo de la cuenca no aplicará un nuevo recorte, como avanzó en su día como una posibilidad, sino que mantiene la dotación en 1.800 metros cúbicos para los herbáceos y en 1.350 para los cultivos leñosos.
Aún así, estas dotaciones no convencen a la masa I, que reclaman que se vuelva a una dotación de 1.500 metros cúbicos y 2.000, respectivamente. «Nos oponemos, no nos parece bien la propuesta de la Confederación porque ese recorte del 10% no soluciona el problema de la sequía», dijo Bellón en referencia a la reducción que estableció el organismo de la cuenca el año pasado y que mantendrá para la campaña de riego 2023.
Se trata del planteamiento que hicieron ambas partes, la CHG y la Masa Mancha Occidental I, en la Junta de Explotación celebrada ayer y en la cual la Junta de Comunidades se puso del lado de los agricultores, ya que el representante de dicha administración abogó porque la concesión de agua a extraer sea de 1.500 y 2.000 metros cúbicos por hectárea, según ha podido saber este diario.
En cuanto a la evolución del nivel de reservas del acuífero, Bellón indicó que ha registrado «una pequeña bajada», una situación que «no es alarmante, estamos mejor que en 2009 y estamos mejor que en 1995».
«Se constata que, a pesar de las limitaciones establecidas desde la declaración en riesgo y del incremento en las labores de vigilancia y control, no se ha revertido la tendencia piezométrica decreciente, produciéndose un agravamiento del estado cuantitativo de la masa respecto al que tenía cuando se declaró en riesgo», informa por su parte la CHG en un comunicado en el que aboga por mantener las dotaciones de agua para riego.