La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) confía en sacar en 2022 la primera oferta para la compra de derechos en la zona de protección del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y reducir la presión por extracciones en las masas de agua subterráneas. Se trata de una de las medidas contempladas en el tercer ciclo del plan hidrológico y para la que se ha destinado algo más de 62 millones de euros. El presidente del organismo de cuenca, Samuel Moraleda, en declaraciones a La Tribuna, recordó que el principal objetivo que persigue esta iniciativa es «recuperar los acuíferos y reducir la presión en las masas de aguas subterráneas», por lo que con ese reto ya se tienen preparados los pliegos para lanzar el próximo año la primera oferta.
De momento, apunta Moraleda, se desconoce la superficie que se podrá adquirir con esa partida económica, ya que todo dependerá «de la oferta, de si se trata de cultivos leñosos o herbáceos y del precio que se oferte». La última oferta para la compra de derechos en la zona de protección del Parque Nacional de Las Tablas fue en 2010. En aquella ocasión, el Ministerio de Medio Ambiente (hoy Transición Ecológica y el Reto Demográfico) destinó unos 60 millones de euros para la compra de derechos en Las Tablas, lo que supuso «una recuperación de 14 hectómetros cúbicos». Pero ahora, reconoce Moraleda, «decir una superficie y un volumen determinado es muy complicado, ya que aún no hay nada definido».
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel no se encuentra en uno de sus momentos más óptimos ante la falta de lluvia y la llegada del verano. Ante esta situación, la Comisión Mixta de Gestión de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha activó el 12 de mayo la batería de sondeos de emergencia del parque para ralentizar la desecación de la zona inundada entre el Molino de Molemocho y el paraje del Ojillo. Estos pozos aportaron un caudal de un metro cúbico por segundo durante ocho horas diarias a lo largo de diez días.
No es la primera vez que la batería de sondeos de emergencia se pone en marcha para tratar de conseguir encharcar Las Tablas, pues en marzo del año pasado se llevaron 5,75 hectómetros cúbicos al parque en dos meses. A partir de octubre de ese mismo año se bombearon otros 5,75 hectómetros cúbicos con la llegada del nuevo año hidrológico.
A fecha de 1 de junio, y según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel presentaba una superficie inundada de unas 200 hectáreas, de las más de 1.700 que conforman la superficie encharcable, lo que demuestra que la situación «es preocupante».