Ni un 10 por ciento como defiende la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ni un 5 por ciento como propone la Junta de Comunidades. Las Masas de Usuarios de Agua Subterráneas en la provincia de Ciudad Real son contrarias a introducir la ‘tijera’ en las dotaciones de riego y defienden la política de ‘recortes cero’ para el sector agrario. Esta será además la postura que lleven el próximo día 11 de diciembre a la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), en la que se deberá adoptar una decisión definitiva sobre el régimen de extracción a aplicar en las aguas subterráneas de las masas declaradas en riesgo de no alcanzar los objetivos cuantitativos y cualitativos por estar sobreexplotadas. Eso, unido a la declaración de emergencia de Mancha Occidental, ha llevado al organismo de la cuenca a plantear una reducción en el volumen de extracciones para el regadío, que actualmente es de 2.000 metros cúbicos por hectárea para los herbáceos y de 1.500 para los leñosos.
«No entendemos porqué tenemos que tener recortes», afirmó a este diario el presidente de la Masa de Usuarios de Agua Mancha Occidental I, Ángel Bellón, quien agregó que «hay muchas medidas para ahorrar y no quitarle ni un 10% ni un 5% a los regantes».
De este modo, apeló a un «mayor control, tanto de la Junta como por parte de la CHG» y explicó que «todos los abastecimientos» a las poblaciones están «prácticamente cubiertos, no hay ningún problema» y que, además, los niveles del acuífero «desde septiembre están otra vez subiendo». Bellón subrayó su defensa de «la agricultura y del medio ambiente» para conseguir que «todo sea viable» y hacerlo «todos de la mano». «No es necesario bajar ni un metro cúbico», insistió al mismo tiempo que aseveró que se deben salvaguardar las explotaciones pequeñas, que son el sustento de muchas familias de la provincia.
Por su parte, el presidente de la Masa de Usuarios de Agua Mancha Occidental II, José Joaquín Gómez, afirmó que su apuesta es la de prorrogar el régimen de extracciones hasta el inicio de la campaña de riego y valorar después «si verdaderamente estamos en situación de emergencia». En este sentido, comentó que de los ocho puntos donde se establece un control de los niveles piezométricos, «sólo cuatro están en situación de emergencia».
Su política es la de «recortes cero ahora» y llevar a cabo una revisión en los meses de marzo o abril, antes del inicio de la campaña. En cualquier caso, defendió que el sistema que defienden no es el de recortar sino que abogó por «una buena gestión del órgano de la cuenca» principalmente, ya que es «un problema prácticamente de toda la sociedad».
También Rafael Rodrigo, de la Masa de Usuarios de Agua Sierra de Altomira, aseguró que su propuesta es la de «recortes cero» y explicó que su masa sólo utiliza un 3% del agua para regadío al encontrarse en una parte más alta, que abarca municipios de Cuenca, Toledo y una parte pequeña de tres municipios de Ciudad Real (Pedro Muñoz, Campo de Criptana y Alcázar de San Juan).
«El 10 por ciento que sea una imposición, no porque nosotros demos vía libre a esa situación», aseveró. «Ya está bien que nos estén utilizando desde el año 1991 por la explotación del acuífero 23», dijo para recalcar a renglón seguido que en su zona el 80% de los cultivos son leñosos y que no tienen ni maíces, ni cebolla ni otros cultivos como el melón, que son de temporada y consumen más agua.
Por su parte, la presidenta de la Masa Campo de Calatrava, Nieves Molina, afirmó que si bien no tienen aún un plan de extracción, al constituirse hace menos tiempo, se niegan a aceptar recortes. «Si aceptamos esto, el año que viene será otro 5 o 10% y al final nos quedamos sin regar», concluyó. Afirmó que «la agricultura necesita agua y sin agua ni hay vida». En cuanto a la situación que presenta el acuífero, indicó que «hay años secos y años húmedos», al mismo tiempo que criticó que a los agricultores algunos les traten como «delincuentes» cuando sólo buscan salir adelante en un sector en el que tienen que sufrir los bajos precios que se registran ahora en productos como el aceite de oliva. «Hay gente que se está planteando no coger la aceituna este año», apostilló.
Por otro lado, desde la Masa de Usuarios de Agua Campo de Montiel, recientemente constituida y que en este caso se viene a corresponder con el antiguo acuífero 24, señalaron su malestar con la actuación del organismo de la cuenca, por lo que decidieron no asistir a una Junta de Explotación en la que no tenían «la oportunidad de participar en la definición del plan de extracción». «Es un torpedo en la línea de flotación de la comarca, en algunos casos sólo con el 30 respecto al agua del año pasado», afirmó su presidente, Juan Vázquez, quien indicó que, sin embargo, «en todo el Alto Guadiana» las dotaciones llegan a 2.000 metros cúbicos por hectárea para los herbáceos.
En concreto, la CHG plantea situarlas en 1.350 metros cúbicos por hectárea para los leñosos y 1.800 para los herbáceos, mientras que la Junta plantea en general que sean de 1.400 para leñosos y 1.900 para herbáceos y los regantes 1.500 y 2.000 en Mancha Occidental.