Ciudad Real ha tenido un vínculo especial con la erupción volcánica de La Palma desde que el 19 de septiembre se viera la lava. Se trata de un vínculo científico gracias al grupo de investigación Geovol, de la facultad de Letras de la UCLM, que ha dado voz, en medios nacionales e internacionales, a aquella erupción, pero que además continúa trabajando sobre el terreno, realizando investigaciones con el Gobierno canario para crear valor turístico de la erupción volcánica y formando parte del plan de recuperación de la zona.
Se trata de una ayuda en la que los cuatro integrantes de Geovol, Elena González Cárdenas, Rafael Ubaldo Gosálvez, Rafael Becerra y Estela Escolar han realizado múltiples viajes de los que surge una exposición con 30 fotografías que sirven para ver con sus ojos el volcán. Hay «composiciones artísticas e imágenes científicas» que muestran el volcán y también lo vinculan con el fenómeno volcánico de la provincia de Ciudad Real. «Tenemos como 2.000 fotografías o más y elegir 30 ha sido complicado», dijo Ubaldo. Se trata de una exposición itinerante, que se inauguró ayer en la Facultad de Letras y que después recorrerá todas las facultades donde se imparte Geografía en la UCLM, pero también colegios e institutos de la provincia, siempre acompañada de una charla por parte de los integrantes de Geovol
«Hemos estado en septiembre, en noviembre, en diciembre, en enero, en mayo, en junio, en julio, y volvemos ahora en octubre y en enero hay que ir otra vez», indicó Gosálvez. «Estamos desarrollando un inventario de entornos de interés geoturístico para revitalizar la zona y que empiece a desarrollar una economía sostenible basada en ese geoturismo, no solo se va a visitar el volcán sino otros lugares del valle donde hay cierta vinculación con los volcanes y la erupción, donde se observa el volcán, donde históricamente han utilizado roca volcánica y eso es lo que estamos desarrollando», dijo Rafael Becerra. Se trata de trabajos de investigación que se conocerán en breve, porque, por el momento, solo hay un trabajo, el primero publicado sobre el volcán en el mundo, y que ha dirigido Elena González. «Más de 200 páginas, contando hora a hora» cómo se formó el volcán de Cumbre Vieja o de Tajogaite, si se atiende al nombre que pusieron los vecinos de La Palma en una consulta. «Podemos lanzar en los próximos años varias publicaciones», indicó Gosálvez, aunque al hacerlas a través del Involcan, con el Gobierno canario, deben esperar aún para presentar sus estudios.
Entre los aspectos que destacan de sus visitas se encuentra cómo la vida se abre paso y cómo el suelo volcánico de La Palma es una de las claves de las islas. Un aspecto que se ve en las plataneras que resisten, rebrotando a escasos metros de las coladas o dentro del volcán. «Conforme íbamos de dos a dos meses veíamos el rebrote de los plátanos y los pinos», dijo Escolar, quien reconoce «el daño» que hizo la erupción a los agricultores de la zona, pero también a la fertilidad del nuevo suelo en el futuro.