La facultad de Químicas es un entorno en el que hay un amplio porcentaje de investigación hecha en femenino, con un alto número de investigadoras líderes de proyecto o que participan en la dirección de investigaciones. Esta es una de las conclusiones que la propia facultad ha obtenido a través de un análisis de cómo se hace ciencia en este centro que imparte los grados de Química, de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y de Ingeniería Química. Una investigación en femenino que es el primer acercamiento de la Comisión de Igualdad de la facultad, que preside la catedrática Blanca Manzano, y que permite «mostrar el liderazgo de las investigadoras». «Lo que queríamos era ver la situación y destacar que hay un potencial muy fuerte de mujeres en la facultad», el punto de partida de la comisión, que es «bastante bueno».
Como ejemplo de esta situación de liderazgo, Manzano expone que la facultad de Ciencias Químicas cuenta en la actualidad con cuatro proyectos europeos y tres de ellos están liderados por mujeres y el otro por una mujer y un hombre. Mientras que la investigación hecha con fondos nacionales hay un 26% de mujeres, porcentaje que se eleva al 52% si se suman los que comparten dirección. Por último, en los regionales, los porcentajes son del 28% y del 78% sumando los hombres. Solo en la investigación encargada por empresas a la facultad no existe esta amplia participación femenina, con solo un 5% de mujeres solas liderando proyectos de investigación y un 17% compartidos.
En total, en cifras económicas, las mujeres de químicas cuentan con 1,8 millones de euros de fondos europeos, 1,4 millones, nacionales, 1,9 regionales y 160.000 euros de empresas para sus investigaciones. Un total de 5,3 millones de euros para investigar en femenino, en todas las ramas de la investigación química.
Investigar en femenino - Foto: Rueda VillaverdeTras estas cifras, explica Manzano, se encuentra una realidad de una facultad dedicada a las ciencias, donde hay «más alumnas que alumnos», con más presencia femenina que masculina en cada uno de los grados que se imparten. Esta situación muestra que hay un futuro femenino en todas las ramas del saber, pese a que el profesorado sigue siendo masculino, 46 por ciento, y las catedráticas, en estos momentos, suponen un 39 por ciento. «Sigue habiendo brecha en la facultad, donde hay mujeres muy trabajadoras y muy luchadoras y competentes». Se trata de una brecha que es necesario salvar de poco en poco, ya que tras ella hay años en los que las ciencias eran un territorio prácticamente masculino, pero los tiempos van cambiando y químicas es uno de los grados que ha sabido atraer a un público femenino. Manzano recordó que esta situación que se da en Ciudad Real es compartida en muchas facultades de químicas en toda España, gracias a que «dentro de las ciencias» se han convertido en grados donde «hay más proporción de mujeres» que de hombres dentro de las aulas.
Todas las áreas.
Manzano, catedrática de Química Inorgánica, es una de esas investigadoras que también está al frente de una investigación. En estos momentos se encuentra trabajando en dos proyectos, uno adherido al plan nacional de investigación y otro, al regional. El objetivo de parte de estas investigaciones se encuentra en «hacer compuestos anticancerígenos con menos efectos secundarios». En concreto, la propuesta, desarrollada en colaboración, busca diseñar una patente de los fármacos. La salud es curiosamente una de las áreas en las que se dirigen buena parte de los esfuerzos investigadores, donde también hay investigación liderada por mujeres en aspectos como la alimentación o los materiales inteligentes, lo que muestra un futuro con mirada de mujer en estas investigaciones.
Investigar en femenino - Foto: Rueda Villaverde«He apostado por investigar, con años de trabajo en el extranjero, y decidí regresar a mi tierra»
Una de las investigadoras que lideran un proyecto en la UCLM es Mari Luz Sánchez, quien cuenta con dos investigaciones financiadas con fondos europeos en estos momentos. Sánchez comenzó en 2009 su carrera, investigando en materiales pensados para la construcción, y en esa labor sigue, desarrollando dos proyectos, uno con 25 entidades, trabajando en el desarrollo de aerogeles y composites y el otro pensado, con otras 27 entidades, dentro del sector del mueble, buscando materiales que sean respetuosos con el medio ambiente. Se trata de una investigación que busca su aplicación. Esta investigadora ha trabajado antes en otras iniciativas como la revalorización de la biomasa, por el uso del olivar, tratando de lograr la máxima productividad de los materiales, en esa línea de economía circular.
En su tiempo como investigadora señala que en la universidad el trato es igualitario, pero se sabe «una excepción», porque no cree que haya muchas mujeres catedráticas tan jóvenes y dirijan dos proyectos europeos. «No es normal», pero apunta a que todo empieza con «confianza», que alguien la dé a una mujer para ser líder, y desde ahí seguir en la investigación.
«Las chicas de hoy en día lo tienen claro: las cosas han cambiado»
Investigar en femenino - Foto: Tomás Fernández de MoyaEster Vázquez es otra de las investigadoras de la Facultad de Química que ha dirigido un proyecto europeo, una experiencia «increíble, con más de 100 grupos trabajando» unidos. Ahora mismo tiene varias líneas de trabajo en los llamados «materiales avanzados», aquellos que tienen unas funcionalidades distintas, como por ejemplo, los que pueden tener respuesta a estímulos y que pueden emplearse en la robótica blanda, la liberación de fármacos o la tecnología de tejidos.
Mientras, Consuelo Díaz trabaja en el área de tecnología de los alimentos, en «el aroma del vino y de sus productos». En estos momentos se encuentra en un proyecto para aplicar ultrasonidos y microondas con el objetivo de reducir el tiempo de «encubado» de los vinos, donde hay varios grupos analizando cómo afecta el método al aroma, polifenoles o polisacáridos.
Díaz no ve diferencias entre ser mujer e investigadora a un hombre, más para ella que viene de la facultad de Agrónomos, donde hay mayoría masculina. Cuando vino a Tecnología de los Alimentos 'cayó' en un área «con muchas mujeres». Lo que sí señalaron ambas que «las cosas han cambiado», tras una época en que se observaba las carreras científicas como masculinas. «Las chicas de hoy en día lo tienen claro, saben cuál es su vocación y van a por ella».
Investigar en femenino - Foto: Rueda Villaverde«Tienen que dar confianza para que puedas estar como líder»
Gema Dura es una de esas investigadoras de la Facultad de Químicas de Ciudad Real, en su caso, con un proyecto con el que se busca el diseño de fármacos para combatir el cáncer que distingan entre las células sanas y las tumorales. «Hay varios grupos y yo soy investigadora principal de uno de los proyectos en desarrollo». Entre esos grupos hay oncólogos que apoyan esta línea de investigación, aún en la fase básica, trabajando sobre células, pero que permite observar la amplitud de áreas de la química.
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Para llegar a esta posición, Dura recuerda que ha tenido que pasar por una época dura de trabajo, investigando «en el extranjero», donde lleva años apostando «muy fuerte» por su carrera. «Decidí volver a mi tierra como una manera de agradecer o de devolver todo lo que había apostado la universidad por mí». Se trata de una muestra de cómo la Universidad de Castilla-La Mancha ayuda a crear carreras científicas en Ciudad Real, con líneas de investigación claves para el futuro.