El tajo al trasvase

D.M.
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'La Tribuna' emprende un viaje por el agua que recorrerá la tubería de la Llanura Manchega desde Carrascosa del Campo (Cuenca) donde se derivará hasta 50 hectómetros cúbicos al año para abastecimiento doméstico

El tajo al trasvase

Presa de Campos de Paraíso. Carrascosa del Campo. Kilómetro 0 de la Tubería de la Llanura Manchega. Es la autovía del agua que garantizará el desarrollo de más de medio millón de habitantes. Un cartel en el cuadro de la luz, que activa las compuertas para sajar el agua del Tajo-Segura hacia el Guadiana, pone sobre aviso de la presencia de roedores. 'Peligro de raticida'. Once kilómetros más abajo, en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), en Saelices (Cuenca), los kilómetros de cables de fibra se amontonan enrollados en una infraestructura que durante años estuvo abandonada a su suerte. Allí no fueron los animales sino los robos y el vandalismo quienes la inutilizaron por ausencia de seguridad: «Se eliminó de los presupuestos y los destrozos fueron cuantiosos», recuerda un técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), en una infraestructura hídrica llamada a ser la más importante de Castilla-La Mancha. Desde el corazón de la propia tubería, en Campos de Paraíso, es difícil imaginarse una red de tubos de 300 kilómetros, sumergidos al lado del curso del río Cigüela con una misma dirección: La Mancha seca. Del 'río que nos lleva' al río escondido en el acuífero 23.

 Fernando Aranda, de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, estimula a un grupo de alcaldes del primer ramal, que visitan este embalse regulador, y les asegura que la espera ha merecido la pena: «Tras muchas fases y vicisitudes, el momento ha llegado». El 'bocado' al Tajo-Segura se inició hace unos meses con las primeras pruebas y los primeros litros vertidos a las Tablas de Daimiel. Aranda pone fecha: el 21 de marzo finalizan las obras de adecuación de la ETAP saqueada en noviembre de 2020. Los 14 pueblos del ramal nororiental, entre ellos Pedro Muñoz y Socuéllamos, respirarán aliviados porque se abastecerán de «agua de calidad y en cantidad». 

Esa es la letanía que más se escucha de técnicos y políticos de una obra de 300 millones de euros que abrirá el grifo en el primer trimestre de 2023 por donde se derivará hasta 50 hectómetros cúbicos al año a través de un diámetro de 1,8 metros y una longitud de una tubería central de 164 kilómetros hasta llegar casi a las puertas de Ciudad Real capital. «Este tipo de obras son como las catedrales de antes», susurra asombrado un director general de la Junta al pasar a la gigante campa de la ETAP que servirá de depósito para lanzar el agua ya potabilizada a las localidades de la Llanura Manchega.

Instalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura ManchegaInstalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura Manchega - Foto: Rueda VillaverdeAguas arriba, donde el viento de finales de noviembre hiela las aguas del trasvase Tajo-Segura, unas compuertas permitirán detraer ese recurso que durante décadas ha descendido hasta los campos y las casas del Levante. Hay quien entre los regidores presentes bromea con bloquear el canal. «Son años de expolio continuado» -, reflexiona ya en serio-, mientras los pueblos de la Mancha se abastecen con agua de pozos con «altos niveles de nitratos». «Era y sigue siendo inadmisible» con la actual sequía y los embalses de Entrepeñas y Buendía (Guadalajara) en situación crítica, comentan entre ellos.

«Los ribereños han demostrado una gran solidaridad», agradece el consejero de Agricultura, Agua y Medio Rural, Francisco Martínez Arroyo, en conversación telefónica, quien resalta el empeño de su Gobierno en poner en funcionamiento esta infraestructura que está en stand by desde que en 2011 se finalizara la gran tubería y la ETAP, y en 2014, los ramales. «Es imprescindible para Castilla-La Mancha», insiste el principal promotor en recuperar la tubería: «Garantiza el abastecimiento a 500.000 habitantes y, además, permitirá recuperar el acuífero», ya que esos pueblos dejarán de tirar de los pozos para dar el servicio a sus ciudadanos.

El consejero recuerda que esos 50 hectómetros cúbicos al año se detraerán al cupo que tiene concedido al trasvase y dejarán de ir a la cuenca del Segura: «No va a suponer un desembalse mayor de la cabecera del Tajo». Un río que vio cómo hace unas semanas se amplió la dotación de sus caudales ecológicos con un plan hidrológico que vuelve a dividir territorios: aquellos que quieren poner fin al trasvase y otros que quieren mantenerlo a toda costa, como así lo atestiguan las declaraciones de los dirigentes del Levante, especialmente de Murcia, que hace unos días apoyaron las movilizaciones de los integrantes de la Mesa del Agua. 

Instalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura ManchegaInstalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura Manchega - Foto: Rueda Villaverde«El futuro del regadío en el Levante pasa poco a poco por las desaladoras, que se construyeron con dinero público», remata el consejero castellano-manchego ante las presiones de las regiones vecinas, amparadas  en los intereses económicos que defienden la huerta española: el agua del alto Tajo resulta más barata que la desalada del Mediterráneo. El abastecimiento «siempre estará garantizado» para el Levante, pero ahora «también para una comarca con un gran potencial como es la Mancha», concluye Martínez Arroyo. 

José María Barreda, uno de los grandes artífices de esta 'autovía' del agua, recupera en sus memorias Historia vivida, historia construida a Rafael Gasset, ministro de Obras Públicas y diputado por Ciudad Real desde 1907, quien apostaba por una España fuerte y rica. Ese deseo pasaba por atender a la escuela y al campo y una política hídrica que apalancara el desarrollo. Desde la creación del trasvase allá por 1930, esa evolución de la riqueza se escoró al Levante en detrimento de una zona en la que se «padecía de un déficit de infraestructura básica (…) que ocasionaba el desabastecimiento de agua en poblaciones (..) de la terrible estepa castellana». Barreda fue uno de los presidentes más combativos contra el trasvase porque entendía -y lo llegó a demostrar- que la demanda del agua para regadío del Levante no tenía límites. No pocas veces, el caudal del canal del trasvase (34 hectómetros cúbicos al mes) era mayor que la del propio cauce del Tajo a su paso por Toledo o Talavera de la Reina, por lo que el entonces presidente de Castilla-La Mancha tituló un artículo de opinión como 'El río que se llevan', en alusión a la obra de José Luis Sampedro que homenajeaba a los gancheros que transportaban los troncos desde el alto Tajo hasta Aranjuez. 

el río que se queda. La ETAP de Saelices es otra piedra angular dentro de la obra faraónica de la Tubería de la Llanura Manchega. Es, de hecho, lo más palpable y visible, de esta mega infraestructura. Desde ahí, el agua inicia un viaje con parada, de momento, en una quincena de pueblos del primer ramal más otros tantos del entorno del canal del trasvase Tajo-Segura. La campa de la estación depuradora es abrumadora. El silencio es sepulcral, a expensas de que los 50 hectómetros cúbicos al año arremetan con las paredes de hormigón y decantadores y paneles lamelares, para después filtrarse en la arena y tratamiento con cloro. En la comitiva de alcaldes, que hace unas semanas firmaron el protocolo de adhesión a la tubería, existe la preocupación por cómo tratar las pérdidas y fugas en sus municipios y cómo afrontar una posible subida de la tarifa del agua. Pero ese desasosiego resulta pasajero cuando se les asegura el abastecimiento durante todo el año y de «calidad». «Incluso puede resultar más económico porque el agua viene tratada y no generará más averías en los electrodomésticos de las casas», asegura con una gran sonrisa el alcalde de Pedro Muñoz, Carlos Ortiz Sánchez-Tinajero. «Y, además, ganaremos en tranquilidad», remacha y a la vez asiente la alcaldesa de Socuéllamos, otra de las localidades ciudadrealeñas beneficiadas.

Instalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura ManchegaInstalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura Manchega - Foto: Rueda VillaverdeEs el principio de un proyecto para poner fin a una política hídrica desigual; de ver correr el agua hasta la verde huerta levantina a reconducir una mínima parte a los hogares de la meseta castellana más seca; de cambiar el curso de un río del Atlántico al Mediterráneo a paliar los déficit de abastecimiento de una comarca sedienta; de fomentar el desarrollo económico de una zona a asegurar la permanencia de La Mancha más habitada; es el principio del fin del 'río que se llevan' al río que se queda.

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Instalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura Manchega
Instalaciones para el abastecimiento de la Tubería de la Llanura Manchega - Foto: Rueda Villaverde
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