Iba a ser la primera empresa en instalarse en el aeropuerto de Ciudad Real, donde iba a fabricar sistemas de vuelo no tripulados alimentados con energía solar, o lo que es lo mismo, drones de vuelo perpetuo. Sin embargo, no será en estas instalaciones aeroportuarias sino en Valdepeñas donde Skydweller, finalmente, pondrá en marcha una línea de negocio que, en un periodo de cuatro años, al menos cuando se pretendía instalar en Ciudad Real, aspiraba a alcanzar una producción de 18 unidades anuales y una generación directa de empleo de 150 puestos de trabajo, en su inmensa mayoría de alta cualificación.
Finalmente será Valdepeñas y su campo de vuelo Manuel Sánchez el que se lleve este proyecto que incluye la creación de instalaciones para la fabricación de aviones posteriormente transformados en drones solares autónomos y para actuaciones en los mercados de vigilancia global y defensa, provisión de imágenes y datos digitales y telecomunicaciones.
Así se desprende de los documentos a los que ha tenido acceso La Tribuna en los que el Ayuntamiento de Valdepeñas aborda la necesidad y oportunidad de ceder onerosamente los derechos de superficie constituidos sobre terrenos linderos al campo de vuelo Manuel Sánchez.
El documento de justificación de Skydweller divide sus operaciones en dos etapas: una temporal, con instalaciones temporales y desmontables “en las que trataremos de ensamblar nuestro prototipo y modificar aquellos componentes de aviónica, que se hagan necesarios, y hasta su transformación definitiva en OPV” y una segunda fase “definitiva, mediante la construcción de hangares y oficinas que permitan el desarrollo y la fabricación en serie, de estos aviones transformados en drones”.