Javi Márquez, una amenaza con sello manchego

Eduardo Gómez
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El manzanareño es el técnico del Villa de Aranda, próximo rival del Caserío y al que ha llevado desde el puesto de colista a la quinta plaza

Javi Márquez, entrenador del Villa de Aranda. - Foto: Valdivielso

Javi Márquez es el entrenador del Villa de Aranda, próximo rival del Caserío Ciudad Real. El técnico manzanareño llegó al equipo ribereño en octubre, con 4 jornadas disputadas y 0 puntos en su casillero, sustituyendo a otro jugador muy querido del balonmano de Ciudad Real, Mariano Ortega. Medio año después el Villa de Aranda se ha aupado a las posiciones de fase de ascenso y es el conjunto con mejor dinámica de la categoría, pues ha sumado siete triunfos en las últimas ocho jornadas. Unos números espectaculares que incluso ya le han valido la renovación en un club donde Márquez asegura sentirse realmente a gusto.

«Estar en la fase de ascenso era algo realmente impensable cuando llegué, pero los jugadores han trabajado muy duro y han creído, sin volverse locos ni cuando todo ha ido bien ni cuando ha ido mal», repasa el técnico manchego, que asegura que su equipo afronta el duelo «con confianza. Presión es jugar por no descender, este tipo de presión es muy distinta».

Sobre el Caserío, señala que está recogiendo los frutos de un trabajo bien hecho durante los últimos años. Por ello, considera que el partido de este sábado «será muy importante para los dos equipos».

El Villa de Aranda se está jugando dos plazas de fase de ascenso junto al Cisne, Málagay Antequera y además de con el Caserío, jugará posteriormente ante el Alcobendas y el Ibiza. 

Por su parte, el Caserío, que está a un punto del segundo clasificado, el Burgos, que recibe este domingo la visita del Guadalajara, líder de la tabla, debe visitar al Novás y recibir al Alcobendas.

«Es una Liga muy exigente, durísima. Para el aficionado seguro que es una maravilla, pero a falta de tres jornadas se puede decir que salvo Alicante y Alcobendas todo el mundo se está jugando algo. Esto habla de la dureza de la competición, donde cada partido es muy complicado».

En cuanto al Caserío, confiesa que no le sorprende que lleve toda la temporada en las posiciones altas de la tabla, pues «es un conjunto que mantuvo la estructura y el bloque. Ahora está recogiendo los frutos de un trabajo bien hecho durante muchos años. Es un equipo sólido en defensa y peligroso en trnsiciones. En ataque tiene mucha capacidad, ya sea en el dos contra dos de Ángel Pérez y José Andrés Torres, o bien con los lanzamientos de la primera línea. Están jugando muy bien, pero ya no sé si le dará para ascender».

DESPERTAR DE LA AFICIÓN. El técnico de Manzanares no se perdió los partidos de Copa del Rey ante el Valladolid y Puente Genil que llevaron a los amarillos a disputar su primera fase final del torneo, algo que por primera vez lograba un conjunto de Plata por méritos deportivos.

En este sentido, recalca también el apoyo de una afición que «cuando los equipos han estado arriba siempre ha respondido. Para mí es muy satisfactorio que la gente se implique y el público responda para que el balonmano en Ciudad Real vaya siendo ese deporte que fue, aunque evidentemente con diferencias. Tarde o temprano Ciudad Real va a tener de nuevo un conjunto en Liga Asobal», concluye,