El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, inauguró ayer la Unidad de Infecciosos del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR), «única en la región», poniendo el acento en los «40 sanitarios de élite» que integran este centro de referencia «al nivel del Hospital Gómez Ulla». «El gran valor de la Sanidad de Castilla-La Mancha está en sus profesionales», no dudó en asegurar en su visita a «una infraestructura de vanguardia» en la que el Gobierno regional ha invertido 1,3 millones de euros con el objetivo de tratar con los «máximos niveles de bioseguridad» a aquellos pacientes con patologías como el ébola, la meningitis, la tuberculosis bacilífera o la gripe A. En este sentido, recordó que «vivimos en un mundo globalizado en el que se importan enfermedades». No en vano, según apuntó, «en África hay más de 400 agentes patógenos susceptibles de venir».
Acompañado por el director de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, Juan José Jiménez, Echániz recorrió las diez habitaciones con diferencia de presión (positiva o negativa) que conforman la Unidad de Infecciosos en el módulo A de la quinta planta del HGUCR. Cada una de ellas integrada por baño y una esclusa contigua con toma de agua de desinfección. Toda la zona cuenta con una instalación eléctrica aislada, así como con sistemas de gases medicalizados exclusivos y de agua osmotizada para tratamientos de diálisis. Asimismo, va a contar con un laboratorio especial con cabina de flujo laminar y equipos portátiles de analíticas para cubrir las necesidades de la unidad.
La médico intensivista Hasania Abdel-Hadi explicó durante su intervención que «el Hospital General de Ciudad Real está preparado para recibir a pacientes con fiebres hemorrágicas». «Para poner en marcha la Unidad de Infecciosos se han contratado doce enfermeras, diez auxiliares, cinco técnicos de laboratorio y cuatro celadores, seleccionando personal específico de limpieza que se ha formado por nosotros», expuso. A ellos, según apostilló, se une un equipo de cinco facultativos, que se ha formado en el Hospital La Paz-Carlos III en la puesta y retirada de los equipos de protección individual (EPI).
Abdel-Hadi hizo referencia a la zona inicial para tratar hasta dos casos sospechosos de ébola. Así, recordó la madrugada del 11 de noviembre, en la que se activó el protocolo por una sospecha de ébola que, finalmente, resultó ser malaria. «Queremos continuar con el Programas de Optimización de uso de Antibióticos (PROA) y poner en marcha el 'Código Sepsis' ante infecciones graves», aseveró.
Por su parte, el jefe del servicio de Medicina Interna del centro hospitalario, Helíades Portillo, puso de relieve que «hay muchísimas de ellas que se pueden tratar con mucha más seguridad en esta planta con la colaboración de la UCI y Microbiología, Medicina Interna». «Lo realmente importante es sacar rendimiento a este centro de referencia», concluyó.