Emiliano García Page nació el mismo año en que Massiel ganó Eurovisión en una tele en blanco y negro y en el que los jóvenes franceses buscaron la playa bajo los adoquines de París cuando llegó el mes de mayo. La quinta de Page, que es la misma que la del rey Felipe VI, es la que de niños vio Heidi y Marco. Y que a la vez que esperaba que Clara se pusiera de pie, eran testigos de cómo su país también se levantaba.
A los 10 años vieron cómo sus padres por primera vez podían decidir si votaban una Constitución. Page era un preadolescente cuando España se sobresaltó el 23-F de 1981 con el golpe de estado fallido de Tejero. Tenía 14 años cuando el PSOE ganó en España con Felipe González y cuando se creó Castilla-La Mancha. Seguro que ese adolescente no se habría imaginado que ambas efemérides iban a estar tan relacionadas con su futuro.
A la quinta de Page le pilló la movida de los 80 con la edad del pavo (aunque los que la vivieron de verdad eran los hermanos mayores de esa generación). Estudiaron cuando precisamente se creaba la Universidad de Castilla-La Mancha (Page empezó en una institución que dependía de la Complutense y terminó en otro que llevaba de apellido a su región). Con 24 años, la edad en la que hay que querer comerse el mundo, comprobaron que el mundo miraba a España con las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla.
Su carrera política comenzó, en cambio, con la crisis de los noventa en España. A esta generación la llegada de internet y el móvil les pilló en el trabajo. Después de sobrevivir al efecto 2000, con 34 años tuvieron que habituarse a pasar los euros a pesetas. La mayoría lo hacía con los precios del supermercado, pero Page también lo tenía que hacer con las partidas presupuestarias.
Es una quinta que para la crisis de los 40 pudo celebrar la victoria de España en la Eurocopa. Para ellos era la primera y sabían que no era algo fácil, pues seguro recordaba las decepciones de los cuartos o lo que sufrieron contra Malta.
ANA LÓPEZ CASERO
DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN CAJA RURAL CLM
«Somos hijos de las personas que quisieron cambiar las cosas»
El ejemplo que dieron sus padres a toda una generación es uno de los aspectos que Ana López Casero destaca de la quinta del 68. «Somos hijos de personas que quisieron cambiar las cosas», expone, «la mayoría hemos tenido un padre, un tío, un familiar que participaron mucho de la construcción del país». Y cree que tener eso tan presente hace que sea una generación que es muy consciente de que «lo que tenemos hoy es fruto de esfuerzo de mucha gente cercana». En su caso, por ejemplo, recuerda perfectamente cómo su padre hablaba de la Constitución del 78 como de la «Constitución de la concordia».
López Casero cree que precisamente ver desde niños cómo se construyó un país moderno y libre ha hecho que esta generación se implique como pocas. Al menos lo ve con muchos casos de personas de su misma edad que están en política, en asociaciones, colectivos, trabajando en definitiva para la sociedad. «Somos muy proactivos y muy luchadores», asegura, «nos gusta participar para cambiar las cosas».
Según la actual directora de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha ser «hijos de la Transición» les hizo poner en valor la pluralidad de las opciones políticas y abandonar las posturas radicales. La entrada en la Unión Europea les pilló de adolescentes y cree que les marcó. «Defendemos mucho estar en un mundo global, pero sin perder la esencia de lo local», apunta, «nos gusta mucho respetar nuestras costumbres».
PEDRO SOLÍS
DIRECTOR Y GUIONISTA DE CINE DE ANIMACIÓN
«Me compré la cámara de Tesis y ahora cualquier móvil graba con más calidad»
El trabajo de Pedro Solís en producciones como Tadeo Jones o la próxima Atrapa la bandera llegan a muchos niños hoy en día. Lo que triunfaba cuando él era un niño era otra animación. «Marco y Heidi nos hacían pegar una panzada de llorar», recuerda. También seguía Mazinger Z y la Bola de Cristal.
El cambio de España -y de Occidente- desde el 68 hasta 2015, Solís lo ha apreciado en su mundo, el de la imagen. «Fue la época del videoclip en todo su esplendor, cuando empezaron a ser arte», explica. No se olvida de los que grababa A-ha o de la revolución que supuso ‘Thriller’, de Michael Jackson. El salto tecnológico también ha sido de película. «Yo me compré la cámara que salía en Tesis», asegura, «y ahora cualquier teléfono móvil graba con más calidad».
Si hay algo que cree que ha marcado a su generación es el paso a la adolescencia en un país que bullía. «Fue despertar en los ochenta a una España nueva, la de la Movida» comenta, «uno llega con 13 años y veías a gente de 18 y 20 que se maquillaba mucho y se ponían los pelos de punta de colores».
Hay algunos cambios que no le han gustado tanto. Añora la «devoción» que sentían los niños de su generación a los profesores. «Si te regañaban en el colegio, nuestros padres nos regañaban también», apunta. Lo que no echa tanto de menos es cruzar Despeñaperros en una carretera de doble sentido.
MAXIMINO PÉREZ
EMPRESARIO TAURINO
«Mi generación entendió la vida como trabajo, constancia y sacrificio»
«Tenemos muy claro que sin sacrificio y trabajo no se llega a ningún sitio». Este es el sentir que resume en una frase la visión del empresario taurino Maximimo Pérez sobre qué es lo que ha marcado a su generación. Esos españoles que nacieron en dictadura, pero que vivieron su juventud y crecieron en el esplendor de una naciente democracia. Eso, precisamente, apunta el gerente de las plazas de toros de Cuenca y Ciudad Real, «nos enseñó a diferenciar a la perfección entre libertad y libertinaje, algo que es muy distinto de la situación que vivimos actualmente, donde mucha gente confunde ambos términos». Y es que, continúa, «hoy en día creemos que solo tenemos derechos, pero ninguna obligación, y no es así». Por eso, su trayectoria como empresario del sector taurino está marcada por el éxito y los buenos resultados, porque «yo he entendido mi vida como trabajo, trabajo y más trabajo; y a eso se le suman tres buenas dosis de constancia, ilusión y sacrificio».
No fueron tiempos fáciles para nadie. Imposible afirmar lo contrario después de casi cuatro décadas de régimen totalitario, y Maximimo recuerda que “era prácticamente un niño cuando vivimos la Transición, por lo que no tengo casi recuerdos». No obstante, «sí recuerdo en mi juventud y madurez vivir en una España y en una sociedad muy diferente a la que nuestros mayores les había tocado vivir. Viví en primera persona cómo esa generación que entonces florecía, soñábamos con comernos el mundo».
MARÍA JESÚS GÓMEZ MARTÍN
AUXILIAR DE ENFERMERÍA
«Ojalá se haya quedado con lo bueno del círculo en el que ha estado»
María Jesús Gómez Martín es auxiliar de Enfermería, nacida en Fuente el Fresno y residente en Ciudad Real capital. Está casada y tiene tres hijos, y se define como parte «de una generación de luchadores». «Venimos, la mayoría de nosotros, desde abajo, y sabemos lo que es el trabajo duro», afirma con pleno convencimiento.
De Emiliano García-Page resalta que «tiene experiencia política», algo que «se supone que es positivo» pero ante lo que muestra reticencias. «El pasado le puede jugar malas pasadas:espero que se haya quedado con lo bueno del círculo donde ha estado, pero no con lo malo», confiesa un poco temerosa del futuro.
Por ello cree que, en lo personal, el nuevo presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se va a enfrentar a un gran reto: «Desmarcarse de la era Barreda». Por ello, en cuanto a las acciones políticas que debe llevar a cabo, María Jesús piensa que se las tendrá que ver con unos servicios sociales que necesitan ser relanzados, especialmente la Sanidad y la Educación, mermados en calidad tras cuatro años de recortes. En Sanidad, un sector que conoce bien después de varios años trabajando de forma intermitente, lo dice en dos sentidos. Uno, la atención al paciente;y dos, la capacidad para crear empleo.
María Jesús también destaca del nuevo presidente del Gobierno regional su formación en Derecho, lo que coincide con una generación «bien formada» a diferencia de las predecesoras.
MARÍA BELÉN GÓMEZ MOYA
FUNCIONARIA DE JUSTICIA
«Espero que el pacto con Podemos no le pase factura»
María Belén Gómez Moya nació en 1968, en una finca de El Robledo, donde se crió. Esta funcionaria de Justicia es, por tanto, de la quinta de Emiliano García-Page y cree que pertenece «a una hornada de gente que vivió momentos de transición». «Hemos vivido cosas que ahora tenemos en cuenta, le damos importancia a algunos aspectos que los de otras generaciones posteriores no le dan, como por ejemplo los valores, la educación, etcétera», explica Belén.
Respecto al nuevo presidente de Castilla-La Mancha, se define como «expectante» ante sus futuras acciones. «Viene de la escuela de Barreda y hubo muchos problemas, así que por ese lado estoy un poco decepcionada», admite, pero también se confiesa «de izquierdas» y celebra que sea él quien Gobierne. «¿Le puede pasar factura su pacto con Podemos? Espero que no, que sepa rodearse de gente preparada y con ganas de trabajar», expresa.
Belén supone que García-Page «intentará no cometer los mismos errores que ya se han cometido en Castilla-La Mancha» y espera «que mida sus palabras, que sea comedido y que sea dialogante».
Aparte de su pacto con Podemos, cree que Castilla-La Mancha «es una comunidad grande, con la corrupción y el desempleo como principales problemas», de modo que al nuevo presidente regional le pide «que se dedique a la gente joven y a quienes peor lo están pasando».
JUAN MANUEL SÁNCHEZ CIFUENTES
ACTOR
«Es preciso desarrollar políticas coherentes y no hacer programas ególatras»
El actor Juan Manuel Sánchez Cifuentes, Juanma Cifuentes (Albacete, 18 de enero de 1968), cree que «aunque aún no podemos evaluar destacadas actuaciones en el ámbito político, espero que el nuevo Gobierno aprenda de los errores y lleve a cabo una política en beneficio de todos los ciudadanos, dejándose de intereses particulares».
«Si este Ejecutivo -añade- hace las mismas políticas que el PSOE hizo anteriormente, mal iremos, pero si realmente intentan cambiar y llevar a cabo iniciativas sociales correctas marcharán por el buen camino, porque en la última etapa socialista bebieron de su propio poder y tendieron a convertir esta tierra en un latifundio de señoritos».
Cifuentes cree que, ante todo, el político debe «estar siempre al servicio del ciudadano y es preciso desarrollar políticas coherentes y no hacer programas ególatras y dilapidar recursos público. El PSOE debería retomar el espíritu de ese partido y no debe dejar engatusarse por el poder».
Finalmente, preguntado por qué le pediría a la Junta de Comunidades en el nuevo mandato que acaba de iniciarse, el actor albacetense es rotundo:«Que pongan en los sitios donde deben adoptarse medidas importantes para los castellano-manchegos a gente que realmente entienda, suficientemente preparada, y no utilizar a amigos para devolver favores y colocarlos a dedo. La persona que asume un puesto de responsabilidad debe saber con exactitud qué es lo que está haciendo, para quién y cómo lo debe hacer».
RAFAEL DE LA VIÑA
MATADOR DE TOROS
«Espero que con el nuevo Gobierno el paro descienda definitivamente»
El diestro Rafael de la Viña (Albacete, 9 julio 1968) confía en que con el nuevo Gobierno castellano-manchego que preside Emiliano García-Page «el paro descienda definitivamente y de alguna manera remontemos por fin la crisis».
En el apartado taurino, espera un apoyo y difusión de la tauromaquia similar al prestado por el anterior Ejecutivo de María Dolores Cospedal, «porque lo hizo fenomenal y es de esperar una coherencia similar por parte del Partido Socialista, ya que en los últimos tiempos estamos recibiendo ataques injustos hacia nuestra profesión y hacia la cultura taurina, es preciso que la fiesta de los toros siga apoyándose y promocionándose de forma adecuada».
Como prioridades, insta a favorecer la prosperidad de las empresas, el apoyo a los profesionales autónomos o ayudas para la contratación de trabajadores, «en definitiva lo que todo el mundo queremos: más trabajo, prosperidad, felicidad y que el dinero empiece a fluir definitivamente».
Respecto a si existe un sentimiento sólido de región en nuestra tierra, Rafael de la Viña cree que la Comunidad ya lleva consolidada muchísimos años, «de alguna manera la llevamos ya grabada en nuestra piel y esa identidad permanece».
«Castilla-La Mancha es la realidad que es y nosotros debemos respetarla cual es, porque es una región extraordinaria, con valores y gentes extraordinarias, que ha experimentado un cambio notable, ahí están los últimos datos de exportación o de actividad económica», concluye.
FRANCISCO JAVIER DÍAZ REVORIO
CATEDRÁTICO DE DERECHO
«La licenciatura no te garantizaba nada;los inicios fueron difíciles»
Francisco Javier Díaz Revorio no solo es de la misma quinta de Page, sino que estudió con él Derecho en la Universidad y hasta se fue de viaje de carrera a las Canarias. «Cuando estábamos en Quinto de Derecho, en el 9, entró como concejal en el Ayuntamiento de Toledo», recuerda. Recalca su vinculación al PSOE y explica que la implicación en un partido político no era algo extraño entre los universitarios de su promoción, pero que «entrar como concejal cuando estás de estudiante, eso no es tan normal».
Si hay algo que Revorio destaca de los de su generación es que vivieron la Transición cuando eran niños. «Yo prácticamente no tengo recuerdos del franquismo», reconoce, «pero sí tenemos muchos recuerdos de la Transición». Ylo recuerda como un tiempo en el que había esperanza, pero también incertidumbre y «miedo a que los españoles volviéramos a enfrentarnos».
Estaba estudiando Derecho junto con Page cuando nació la Universidad de Castilla-La Mancha. «Dependía de la Complutense y en Toledo había muchas dudas», señaló, «mucha gente no sabía si iba a seguir adelante, pero los éxitos obtenidos han demostrado que era para mejor».
Y cuando terminaron la carrera y empezaron a trabajar les tocó vivir una crisis:la de los noventa. Fue entonces cuando aprendieron que «la licenciatura no te garantizaba nada ni te abría ningún camino seguro». Recuerda los inicios duros y empezar ganando poco dinero.