Cada vez hay menos secretos en el mundo del Alzheimer, un mal que afecta a milllones de personas en todo el mundo. Y es que, varios investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC) han esclarecido tres cuestiones fundamentales acerca de esta enfermedad: dónde se inica, por qué empieza y cómo se propaga.
Además de avanzar en la comprensión de esta patología, los hallazgos, que fueron publicados hace unos días por la revista Nature Neuroscience podrían mejorar la detección temprana de esta dolencia y señalar cuándo pueden ser más efectivos los medicamentos.
«Se ha sabido durante años que el Alzheimer comienza en una región del cerebro conocida como la corteza entorrinal», explicó uno de los autores principales del estudio, Scott A. Small, profesor de Neurología y Radiología y director del Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer.
No obstante, señaló que este análisis es la primera en mostrar en pacientes vivos que comienza específicamente en la corteza entorrinal lateral o LEC. «Se considera a la LEC como una puerta de enlace para el hipocampo, que juega un papel clave en la consolidación de la memoria, por lo que si esta corteza entorrinal lateral se ve afectada, también se alteran otros aspectos del hipocampo», desgranó.
El estudio muestra que, con el tiempo, la enfermedad se propaga directamente desde la LEC a otras áreas de la corteza cerebral, en particular, la parietal, una región del órgano que participa en varias funciones, como la orientación espacial y la navegación. Los investigadores sospechan, además, que el Alzheimer se expande «funcionalmente», es decir , al comprometer la función de las neuronas en la corteza entorrinal, que a su vez pone en peligro la integridad de las neuronas en las áreas adyacentes.
Un tercer hallazgo importante es que se produce una disfunción en la LEC cuando coexisten los cambios en tau y la proteína precursora amiloidea (APP). «La LEC es especialmente vulnerable a la patología, ya que normalmente se acumula tau, que sensibiliza corteza entorrinal a la acumulación de APP. Juntas, estas dos proteínas dañan las neuronas de la LEC, preparando el escenario para la enfermedad», desgranó la investigadora Karen E. Duff, profesora de Patología y Biología Celular en el Instituto Taub en CUMC y el Instituto Psiquiátrico de Nueva York.
En el análisis, los expertos utilizaron una variante de alta resolución de la resonancia magnética funcional para detectar defectos metabólicos en el cerebro de 96 adultos que participaron en el Washington Heights-Inwood Columbia Aging Project. Todos los adultos estaban libres de demencia en el momento de la inscripción.
El grupo fue seguido durante más de tres años, momento en el cual se encontró que 12 individuos habían desarrollado Alzheimer leve. Un estudio de las imágenes de resonancia magnética funcional de la base de esos 12 seres humanos encontró una disminución significativa en el volumen sanguíneo, una medida de la actividad metabólica de la corteza lateral, en comparación con la de los 84 personas que estaban libres de demencia.
Una segunda parte del informe abordó el papel de tau y la APP en la disfunción LEC. Mientras que los estudios anteriores han sugerido que la disminución de la corteza entorrinal se asocia con anormalidades tanto de tau y APP, no se sabía cómo estas proteínas interactúan para producir esta reducción.
Para responder a esta pregunta, detalló otro de los autores, Usman Khan, estudiante en el laboratorio del doctor Small, el equipo creó tres modelos de ratones, uno con niveles altos de tau, otro con tasas elevadas de APP y otro con ambas proteínas. Los investigadores vieron que la disfunción en la corteza entorrinal se produjo solo en los roedores con tau y APP.