Alrededor de una veintena de vecinos impidieron ayer que el Ayuntamiento de Herencia retirara las dos placas en homenaje a vecinos y religiosos de la comunidad mercedaria que padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, y que se encuentran adosadas a la entrada de la iglesia-convento de la Merced de la localidad.
Cuando a primera hora de la mañana, los operarios del Ayuntamiento iban a proceder a su retirada, un grupo de herencianos, principalmente familiares de los homenajeados que aparecen en las placas, se apostaron frente a la iglesia con el fin de que las insignias permanecieran en su lugar. De momento ayer lo consiguieron, ya que «ante la imposibilidad de garantizar la seguridad del personal municipal y de los vecinos se optó por paralizar los trabajos», comenta el alcalde de Herencia, Sergio García-Navas. Aunque eso no garantiza que las placas permanezcan en el mismo lugar durante los próximos días, ya que el objetivo del Consistorio es «cumplir con la Ley de Memoria Histórica», por lo que se «continuará con todo el trámite de la mano de servicios jurídicos». En su lugar, el Consistorio tiene previsto instalar dos retablos cerámicos del artista Pedro Palenciano. Uno, de la Virgen de la Merced y otro, del Cristo del Consuelo. Ambas, están ya en dependencias municipales a la espera de su instalación tras el acuerdo «alcanzado entre el superior del convento y el Ayuntamiento», subraya García-Navas.
Los familiares aseguraron que el Ayuntamiento no ha respetado los plazos legales o la resolución de la petición municipal, y señalaron que con el fin de que las plagas sigan en el mismo lugar llegaron a un acuerdo con los padres mercedarios para sustituir frases como ‘Caídos por España y su revolución nacional sindicalista’ por ‘Perdonad y seréis perdonados’ y ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Tras el acuerdo alcanzado, los familiares eliminaron el lunes por la tarde el texto, por lo que «jurídicamente no hay motivo para retirarlas porque ya no hay ninguna mención a la guerra», explica Luis Miguel Marchante, antiguo comendador del convento de La Merced. En este sentido, el regidor declaró que con este hecho «lo único que han conseguido los familiares ha sido manipular un elemento arquitectónico, por lo que posiblemente han incurrido un delito».
Tras el polémico episodio que se vivió ayer en la localidad, un grupo de concejales del equipo de Gobierno, entre los que se encontraba la portavoz del Ayuntamiento, así como un representante de los familiares y el padre comendador del convento, mantuvieron un encuentro, en el que las partes pusieron encima de la mesa sus argumentos, pero no se llegó a ninguna conclusión. Ahora, cada parte buscará los cauces reglamentarios para alcanzar su objetivo. De hecho, «los familiares y los mercedarios presentaron ayer un recurso contra la resolución de Alcaldía», según declaró la abogada de Herencia, Elena Quiralte.
Miguel Ángel Tajuelo Rodríguez de Liébana, familiar de los homenajeados y presente ayer en los hechos, lamentó la «intorelancia administrativa y documental» en el proceso y reclamó una reunión con el fin de «llegar a una postura de acercamiento» y «rendir honor a las personas que fueron asesinadas».